madrid - Apostar por la dramaturgia contemporánea que refleje la realidad, por las nuevas generaciones o reforzar los lazos internacionales, estos son algunos de los objetivos del nuevo director del Centro Dramático Nacional, Alfredo Sanzol, quien confiesa que el teatro que más le interesa es el que “no existe”.
A partir del próximo 1 de enero de 2020, el dramaturgo navarro (Pamplona, 1972) se pondrá al frente del CDN para dar relevo a Ernesto Caballero, cuyo contrato se cumple el próximo 31 de diciembre después de 8 años al frente de esta unidad de producción del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música que tiene como sedes el Teatro María Guerrero y Valle Inclán.
“La razón por la que presenté mi proyecto fue que nació en mi la esperanza de poder dar un servicio”, ha expresado Sanzol al inicio de su intervención para explicar las bases de su proyecto, el ganador entre los 22 presentados.
“La base del proyecto es la creación contemporánea, la dramaturgia contemporánea, dar un mayor compromiso presupuestario a la dramaturgia a través del encargo de textos con un número de actores o de personajes mayor”, ha dicho.
Con el objetivo puesto en las nuevas generaciones, el pamplonés ha adelantado que quiere hacer un “espectáculo por temporada” con actores menores de 30 años: “No estoy hablando de crear una compañía joven estable, pero si dirigir el esfuerzo de una producción al año hacia las nuevas generaciones de actores”.
“No quiero llegar aquí inventado la pólvora, sino que quiero realizar un trabajo sobre las estructuras creadas estos años y que tan buenos resultados nos están dando. El teatro que más me interesa es el que todavía no existe (...) Hay una generación de creadores en muy buen momento con los que voy a trabajar, pero también hay otra generación que se encuentra en las salas alternativas y que no conocemos y hay que dirigir ahí la mirada”, ha apuntado.
Su programa también cuenta con otras ramas como la creación de “nexos de unión” entre el repertorio nacional e internacional: “Voy a poner el acento sobre el repertorio que habla de conflictos que siguen vivos en el presente”. - Efe