copenhague - “Fue su decisión, era una persona libre. Y lo respeto”, dijo la reina en su primer comentario público sobre el revuelo iniciado hace un año, al anunciar Enrique que rompería con la tradición centenaria de enterrar a los monarcas en la catedral de Roskilde en protesta por no serle concedido el título de rey consorte. Las declaraciones de Enrique, acusando a su esposa de tomarlo por “tonto”, causaron un revuelo que calmó la Casa Real semanas después al informar de su retirada de la vida pública por padecer demencia. Enrique de Dinamarca fue ingresado a finales de enero por una infección pulmonar que se complicó y murió el 13 de febrero. “El último año y medio no estuvimos tanto tiempo juntos porque no estaba muy bien. Fue como fue. Me alegra mucho que sus últimos días fueran tan dignos y que su existencia tuviera un final tan hermoso”, confesó la reina, que hasta ahora no se había pronunciado ni sobre el escándalo ni sobre la muerte de su esposo. - Efe