Vitoria - Es hora de apagar las luces y dejarse llevar por la historia y la música. Eso sí, esta vez, Dirty Dancing no se proyecta en la pantalla del cine o no sale por la de televisión. En esta ocasión, se hace carne y hueso a través del teatro. El escenario es el Buesa Arena, que desde hoy hasta el domingo va a acoger las seis representaciones previstas de esta versión fiel a la película, citas para las que todavía hay entradas disponibles.
En concreto, esta tarde el encuentro con los espectadores se producirá a las 20.30 horas, mañana a las 19.00 y a las 22.30 horas, el sábado a las 18.30 y a las 22.00 horas, y el domingo a las 17.00 horas. Los pases se encuentran a la venta (www.dirty-dancing.es, www.baskonia.com y www.buesa-arena.com). Allí estarán esperando Laura Enrech (que da vida al personaje de Baby Houseman) y Víctor González (que hace lo propio con Johnny Castle) junto al resto del elenco que da vida a esta producción de gran formato llevada a cabo por Letsgo.
Ésta es la primera vez en la que el espectáculo estrenado en 2016 se lleve a cabo en un recinto de estas características, lo que ha obligado a crear, casi de manera literal, un teatro dentro de la habitual casa del Baskonia. “Sabemos que Dirty Dancing es una apuesta segura”, describen desde la productora sobre un montaje que ha recibido el apoyo incondicional del público a lo largo del tiempo que lleva ya de gira.
Cabe recordar que la propuesta no es una versión ni un espectáculo inspirado en la película, sino “fotograma a fotograma”, el filme ideado por Eleanor Bergstein, quien también se ha encargado de este paso a la representación en vivo. “Nos pasa de manera habitual que estamos haciendo una escena y el público dice nuestras frases antes que nosotros”, explica Enrech, consciente también de la responsabilidad que eso supone tanto para quienes han visto una y otra vez la película estrenada hace 31 años.