Vitoria - Desde su puesta en marcha, la compañía alavesa Arké -punto de encuentro de diferentes profesionales de las artes escénicas y musicales del territorio- ha venido afrontando un proyecto por año, aunque dentro de su permanente proceso de crecimiento, el grupo va a proponer en este 2018 dos producciones diferentes. En mayo llegará el turno de la ópera Orfeo y Euridice de C. W. Gluck, una colaboración con Opus Lírica que además de en el Principal gasteiztarra se podrá ver también, al margen de que se añadan nuevas fechas, en el Victoria Eugenia donostiarra. Pero antes, este mismo mes de marzo, será el turno de la versión que la formación ha realizado de La historia del soldado, obra de Ígor Stravinski estrenada hace cien años.
En concreto, junto a Bilbao Sinfonietta y con la colaboración de la Diputación y la Fundación Vital, Arké reunirá sobre el escenario a siete músicos, una bailarina y tres actores, encargados de presentar al público la obra realizada por el compositor ruso a partir de un texto de su Charles Ferdinand Ramuz. Eso sí, si bien en la parte musical se respeta al máximo lo ya realizado, en la otra mitad del montaje, la compañía alavesa ha vuelto a ponerse en manos de Josean de Miguel. “De nuevo, hemos querido acercar la historia”, apunta Mikel Gómez de Segura, director de escena, sin querer desvelar más detalles.
Esos entresijos son los que tendrá que descubrir el público. Tras una primera representación de parte del espectáculo este fin de semana en Bilbao (más en concreto en el Euskalduna, dentro del programa Musika Música), la producción se estrenará al completo el próximo 10 de marzo sobre las tablas de la sala Harresi de Agurain. Ya el 18 de marzo, se producirá una segunda sesión, esta vez con el escenario del Amurrio Antzokia como testigo. En ambos casos, el encuentro con el público se producirá a partir de las 19.30 horas.
Como recuerda Iker Sánchez Silva, responsable de la dirección musical, tres son las formas de llevar la creación de Stravinski a escena. La más habitual es sólo usar la parte musical. Si no, se suele optar por unir a los músicos con un narrados, una fórmula que, por ejemplo, se usará en breve en el ciclo de cámara del Jesús Guridi. Lo que no es nada normal es optar por el formato en el que, en realidad, en compositor y director de orquesta ideó y estrenó su propuesta, un reto al que Arké ha querido mirar de frente. En el caso de la compañía alavesa, eso sí, la acción se traslada a una taberna.
Tanto la bailarina (María Pierola) como el septeto de músicos que toman parte en la creación (Enekoitz Martínez, David Arenas, Nicolás Zubia, Juan Luis Novo, Rubén Ferreira, Javier Roldán y Vicent Zaragoza) tienen también su participación actoral junto a los intérpretes Gaizka Ugarte, el ya mencionado Josean de Miguel y José Rafael Ruiz de Azúa. Junto a ellos, y en dos escenarios que Arké conoció de primera mano el año pasado, la compañía alavesa seguirá “dando pasitos pequeños pero importantes”, no sólo por llevar a cabo los espectáculos, sino también por ser capaces de llevarlos por diferentes puntos del territorio y también fuera de él.