La visión irónica de la actualidad de "Forges" tiene hoy su último episodio en la viñeta que publica en El País, diario en el que publicaba desde hace más de veinte años, y en la que uno de sus personajes más reconocibles, posado sobre una cuerda floja destensada, comenta: "Esto del año político flácido es irreparable. Recognes".
El humorista gráfico, que ha fallecido esta madrugada en Madrid, supo sintetizar la actualidad en sus dibujos y las frases lapidarias de sus personajes entrañables, que eran capaces de la crítica más feroz de la sociedad española, con ironía, pero también con cariño.
El ruido de Madrid fue objeto de sus dardos en la viñeta del pasado lunes, en la que un superhéroe canijo, con su capa, su antifaz y sus calzoncillos por fuera contempla desde un tejado la ciudad con una bocina por sombrero.
"Amanece... el mítico héroe madrileño "Bochinchéitor" se dispone, como señor del ruido, a enseñorearse un día más de la sufriente capital..."
El martes dos hombrecillos -¿Lamas, quizás?- miran desde lo alto de una montaña en la que hay un pequeño templo: "Me aburro", "¿Ponemos la tele?", "Bueno".
También el aburrimiento era el tema de la viñeta de ayer; un marido hace equilibrios con la cortina apoyada sobre su nariz desafiando la ley de la gravedad, mientras Puri está leyendo en el sofá. "Puri: Toma Newton".
Con esas cuatro viñetas se ha despedido Forges, crítico como siempre, lúcido, tierno y, a lo que se ve, un poco aburrido.