Llevaban un tiempo dándole vueltas a la idea de formar un grupo con nombre y apellido, y no con “una palabreja común, que suele ser habitual”. Así, Iñaki Bengoa, Jon Zubiaga “Osoron”, Ane Martínez y Olatz Andueza se unieron y se bautizaron como Anita Parker, una banda que apuesta por el electro-swing en euskera y que estrena su primer disco, Izar Gorria.
Los primeros pasos de Anita Parker están muy ligados al final de otra agrupación, Gose, y con la muerte de Amaia Apaolaza, manager y amiga. “Decidimos parar unos meses con la intención de coger fuerzas e ilusión para, a la vuelta, ponernos a grabar un nuevo disco. Pero en ese regreso, una parte de la banda no estaba por la labor de continuar, mientras que la otra tenía más ganas que nunca”, explica el grupo. Zubiaga y Bengoa, en ese tiempo de incertidumbre, continuaron haciendo canciones. “Al ver que no habría disco y viendo todo el material acumulado, pensamos que había que hacer algo con todo aquello, y así decidimos empezar con Anita Parker”, afirman los músicos.
La tercera en llegar fue Ane Martínez. El trío fue seleccionando temas y dando forma a las melodías, hasta que hallaron la “cuarta pata” que buscaban para la banda. “Olatz apareció en el último momento, nos costó más encontrarla, llegó cuando las canciones estaban prácticamente acabadas”, recuerdan los miembros de Anita Parker.
El tipo de música que han compuesto para el disco, centrada en el electro-swing, les parece ante todo “divertida, pero al igual que en su día nos gustó la mezcla de tango con electrónica de Bajofondo u otro tipo de ritmos con la música electrónica. Siempre tratando de acercar otros ritmos a nuestro entorno, a nuestra tierra o a nuestra forma de ver las cosas”.
En Izar Gorria está para ellos “la idea de la música de circo, con aquellas bandas tocando en directo... luego esas melodías pasaron a sonar enlatadas y se perdió el encanto”, aseguran. Componer Izar Gorria les ha llevado “un par de vidas”. “Cada trabajo, aunque sea con distintas bandas o diferentes estilos, tiene el oficio de todos los anteriores. Se intenta aprender de cada grabación, de cada disco... Cada uno tiene un poco de todo lo anterior”, relatan.
Pero el electro-swing en euskera no es algo habitual. Ellos, que tienen como referencia desde agrupaciones de Euskal Herria como Koban o Sofa a grupos como Lagartija Nick, Caravan Palace o Tape Five, agregan que son “muy musiqueros”. Su gusto por “escuchar y discutir sobre música, descubrir nuevas bandas y acudir a conciertos” les ha llevado a innovar. “Y ahora es muy fácil llegar a todo tipo de clases y conjuntos, porque no hay mas que agarrar el ratón del ordenador y pegar el oído”.
A pesar de ello, no creen estar ampliando la variedad de estilos en la música vasca: “Simplemente aportamos un puñado de canciones y, si alguien presta oído y le gustan, pues mejor. ¡A nosotros nos encantan de cualquier forma!”.
Sorprenderse a sí mismos Con su primer trabajo, Izar Gorria, aseguran haber logrado algo muy importante: “Sorprendernos a nosotros mismos, y creemos que con eso, por ahora, es suficiente”. “A muchos también es verdad que les puede llamar la atención que todavía existan grupos que editen discos. De igual manera nos sorprende que hay mucha gente que continúa confiando en los bancos, pero ellos ahí siguen”, señalan.
En su opinión, “en estos momentos es difícil que un grupo que cante en euskera pueda despertar demasiado interés en la gente”. Este problema lo achacan a “una televisión pública en la que no hay ningún programa de música y la existencia de una radio donde el porcentaje de canciones en euskera que suena es realmente ridículo en comparación con otros países con idioma propio como Catalunya o Francia, donde el apoyo a la música en sus respectivos idiomas es envidiable”.
Bajo el nombre de Anita Parker, los cuatro artistas aseguran que lo único que pretenden ahora es que “las canciones nos llenen a nosotros mismos, ¡somos muy cabezotas! No miramos demasiado a los lados, simplemente nos dejamos llevar por nuestros gustos particulares”.