Vitoria - “La repercusión que tuvo en las librerías me llamó mucho la atención. Al fin y al cabo, era un autor desconocido. Pero la respuesta en Amazon me sorprendió todavía más. Hubo momentos puntuales de ventas que no me esperaba bajo ningún concepto”. Hace más o menos un año que El rencor de la montaña insomne se convertía en realidad ante los ojos de los lectores, que entraban de su mano en la bautizada, por el escritor gasteiztarra Samuel Vernal, como la Trilogía Insomne. Ahora llega el momento de seguir desentrañando misterios, los que vienen heredados de esa primera parte y los nuevos que se dan cita en Soñado por brujas. El origen del euskera sigue desvelándose.
“Esta vez me he sentido algo más tranquilo a la hora de escribir, sobre todo por el hecho de encontrarme con lectores que querían más después del primer libro, que estaban ilusionados por continuar. Al final, escribes precisamente para esto. Eso sí, también hay una presión para no decepcionar con la continuación de la historia”, aún sabiendo que cada uno “se habrá hecho una idea en la cabeza de por dónde van a ir los tiros y puede que sea así o no”. En ese contexto, el autor ha estado el último año terminado y puliendo su segunda novela (“no he tenido vida social”), que aunque ya está disponible en librerías, se presentará de manera oficial el próximo 14 de diciembre a las 19.30 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. “Lógicamente, en Soñado por brujas recuerdo lo esencial de la primera parte a través de diferentes técnicas pero no deja de ser una historia que continua, así que supongo que es recomendable leer El rencor de la montaña insomne, aunque no sé si es imprescindible”.
Por su puesto, la pareja conformada por una filóloga inglesa especializada en Euskal Herria y su novio de origen alavés seguirá centrando la atención de quienes se asomen a esta segunda entrega de la trilogía, un libro que arranca en el final álgido de su antecesor. Nuevas tramas con crímenes que tendrá a Gasteiz como lugar de referencia se unirán a las líneas argumentales heredadas, esos caminos que, a medio camino entre Bilbao y Rioja Alavesa, pasan por el estudio de una copia desconocida del códice Aemilianensis 60. Como es evidente, eso sí, el autor prefiere no entrar en muchos detalles. El misterio necesita resguardarse ante la curiosidad.
“Espero que, como creo que pasó con el primer libro, los lectores se enganchen” para lo que se propone un ritmo ágil de lectura mientras se van sembrando misterios aquí y allá. “He intentando atrapar a la gente pero serán quienes lean la novela los que decidirán si lo he conseguido o no”, apunta Vernal, quien ahora se ha “autoimpuesto un mes de no hacer nada en este sentido para descansar la mente” aunque la tercera parte de la trilogía está llamando a la puerta. En principio, si no aparece ningún imprevisto, esa referencia definitiva llegará a finales de 2018, lo más seguro recurriendo a la autoeidición, como ha sucedido con los dos títulos ya publicados. “Lo que pase después me da un poco de vértigo, aunque ideas tengo”, sonríe.