Vitoria - Frente a los cierres, ajustes y recortes de lo público en materia cultural -que ella misma ha denunciado de manera activa en el caso, por ejemplo, de Krea-, la apuesta por generar nuevos espacios y mecanismos que sumen, el riesgo por abrir caminos que puedan ser aprovechados por otros, la iniciativa de no quedarse esperando a que escampe en un momento dando. En los últimos tiempos, algunos creadores del territorio alavés han dado el paso de generar donde las instituciones han destruido, una lucha por la cultural y la creación que ahora suma una nueva punta de lanza, ARTgia. Es la calle José Lejarreta la que acoge desde ya un proyecto liderado por la artista gasteiztarra Irantzu Lekue, un “punto de encuentro” para las diferentes artes.
Cuatro son las ideas básicas que sustentan esta apuesta: el apoyo a los procesos creativos en cualquiera de sus fases: el trabajo en pro de los jóvenes, las mujeres y el euskera en la cultura contemporánea; el encuentro entre disciplinas distintas y su posible fusión: y el propio camino artístico de Lekue. A eso se une, situando de manera intencionada a ARTgia en Judimendi, el interés por enfatizar la cultura en los barrios. Desde estas premisas nace un lugar que tiene que “aportar, crear y sumar”, un local “que brille con luz propia” desde el “dinamismo” y la capacidad de construcción permanente.
Será el 14 de junio cuando se lleve a cabo un acto de inauguración oficial, una cita con sorpresas. Eso sí, en realidad sus primeros pasos de cara al público se están dando justo ahora puesto que hasta el 9 de junio acoge la exposición Ikuspegiak, protagonizada por los alumnos de un taller sobre fotografía e igualdad impulsado por Eider Bernaola. Además, en nada tendrá lugar la presentación de la serie Arnasa 01, que la propia Lekue está desarrollando en el Castillo Etxauzia de Baigorri. Y, coincidiendo con las fiestas de Judimendi, entre el 22 y el 24 de junio el espacio se convertirá en escenario para las sesiones de micro-teatro que protagonizará Belén Nevado.
En esta senda, también propiciará un servicio de acompañamiento para el desarrollo de trayectorias profesionales así como servicios de formación inicial y permanente que incluye también su difusión. Todo ello desde el impulso privado. “La única ayuda que he recibido ha sido la del proyecto de emprendizaje por una cuantía de total de 1.200 euros”.
Lekue, asimismo, no descarta, sino más bien lo contrario, la posibilidad de converger con otros espacios culturales que, desde los ámbitos privados y asociativos, actúan en el territorio. No hay duda de que iniciativas como Zas, ¶espazioa y el propio ARTgia -todas ellas puestas en marcha en los tres últimos años- son respuestas ante la situación generada por el abandono público, reivindicaciones que parten de una idea primordial: “la cultura no puede quedar abandonada”. A esto, la artista suma el hecho de que “cada vez se nota más una distancia entre el arte y la sociedad por lo que es necesario acercarse a la ciudadanía”, restableciendo puentes y dinámicas de colaboración y encuentro.
“Quizá todo esto sea un riesgo, vale. Pues vamos a arriesgarnos” dice con una sonrisa la fundadora de ARTgia, que lleva más de un año dando forma y fondo a este nuevo proyecto de referencia para un territorio muy necesitado de estas apuestas.