bilbao - Al igual que muchas de las bandas ligadas al heavy, Su ta Gar siempre ha incluido baladas en todos sus discos. Ahora, en el undécimo, ya a la venta con el título de Maitasunari pasioa (Jo ta Ke Ekoizpenak), incluye una decena de temas “más tranquilos de lo habitual” aunque “sin perder nuestra esencia” e impulsados por “el amor y la pasión, que es el modo en que vivimos la música”. Los de Eibar lo presentan hoy en el Kafe Antzokia bilbaino.

Tres años después de confirmar que la banda seguía viva tras más de un cuarto de siglo de carrera con el disco Bizirik gaude, Su ta Gar regresa con su undécimo disco, Maitasunari pasioa, su álbum “más especial”, ya que es fruto del “deseo de hacer algo diferente”. Por ello, han apostado por diez canciones “más tranquilas” que buscan “llegar al corazón de la gente con sentimiento y pasión”, según Aitor Gorosabel, cantante y guitarrista.

“El amor y la pasión son el centro del disco” aunque “no son canciones de amor” al uso, ya que el sentimiento por la pareja se amplía “al que sentimos por el entorno, Euskal Herria, la naturaleza, los padres, a uno mismo? y habla hasta de la importancia de la pérdida de la pasión”, según el líder de Su ta Gar, que grabó el CD en Lorentzo Records, con Aitor Ariño, “casi un hermano, que tiene el estudio a diez minutos de casa, en Berriz, y con el que grabamos desde hace 23 años”.

El disco, cuya publicación se ha visto retrasada debido a un quiste y edema en las cuerdas vocales que sufrió Gorosabel y posteriormente a un accidente en un tendón y la arteria de un dedo, no tiene nada que ver “con la moda de los acústicos”, según el cantante y guitarrista aunque resulta evidente la vestimenta “más tranquila, sensible e íntima” del álbum, que enlaza con las baladas de sus discos previos, de clásicas como Eskutitza, Zure albotik urrun banago o Itxaropena a otras recientes como Zure argia.

“La composición partió de las guitarras acústicas o el piano, más que de la distorsión”, dice Gorosabel, aunque esta aparece en algunos temas no como “un mero arreglo” sino como “base o clave para dar sentido, fuerza y alma a la canción” en el caso de Bazoaz (que incorpora un fraseado rap) o la crítica Erresistentziara kondenatuak. En el caso de Bowiek, denborari, un tributo a David Bowie, se incorpora como novedad “el uso de un teclado tipo órgano”, al modo clásico de The Doors o Deep Purple. “Surgió en el último ensayo, jugando. Si te tomas esto en serio, cuesta más”, aclara Aitor.

“Es difícil definir el género” del disco. “Es, simplemente, Su ta Gar. De manera más tranquila pero sin perder la esencia y fuerza”, explica Aitor, que considera el álbum (“tras la sorpresa inicial, recibimos mensajes positivos hasta de los más metaleros”) disfrutable “por cualquier persona sensible” y creado para “llegar al corazón”. El CD une en su título pasión y amor porque “es el modo en que vivimos la música”.

El grupo sigue ampliado a quinteto mientras se cura la mano de Aitor, que ahora se ocupa “solo de la voz”, con la incorporación del guitarrista Aitor Losada, de quien el grupo alabó su capacidad de adaptación y virtuosismo. “Si la mano va bien, en enero se iniciará una gira en escenarios y lugares cerrados y teatros, con el público sentado”, indicó Gorosabel. “El Arriaga está muy verde, pero algún teatro serio saldrá”, concluyó el guitarrista Xabi Bastida.