Vitoria - “Hay algunos chavales que están con crisis de ansiedad porque no les da la vida, llegan a casa a las ocho o las nueve de la noche después de estar en sus institutos y en el conservatorio, y se tiene que poner con el trabajo de cada uno de los sitios” y todo porque “falta un papelito”. La denuncia la realizó ayer Arrate Laserna, una de las madres de estudiantes del Jesús Guridi afectados por una situación derivada de la aprobación por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy el pasado mes de mayo de la LOMCE y en la que el Gobierno Vasco no termina de poner por escrito lo que sí garantiza de palabra.

Hasta la aprobación de la polémica ley educativa, el alumnado del conservatorio no tenía problemas para convalidar algunas asignaturas para no tener una carga excesiva de horas lectivas entre los institutos y el centro de formación musical. En teoría, la nueva normativa ha eliminado esa posibilidad, aunque la falta de un desarrollo legislativo por hacerse la ley deprisa y corriendo ha dejado esta cuestión en manos de las comunidades autónomas. De hecho, en Madrid, gobernada también por el Partido Popular, se está actuando en contra de lo dictado por el Gobierno central. En el caso del País Vasco, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se comprometió a principios de curso a tomar una decisión en el mismo sentido admitiendo que los alumnos quedaban en una situación muy complicada, una voluntad de la que nadie duda pero que no se puede aplicar porque desde hace más de dos meses se está a la espera de que la consejería cumpla un trámite burocrático que, al parecer por un exceso de trabajo, no se concreta.

En este sentido, aunque los institutos que tienen alumnos en esta situación conocen lo ocurrido no pueden anticiparse al escrito del Gobierno Vasco, lo que lleva a que los grandes, y únicos, perjudicados sean los estudiantes, que desde principios de curso están sufriendo unos horarios impropios, según la denuncia de los progenitores, que ayer volvieron a reclamar a Lakua una solución.