MADRID. El actor y activista social Richard Gere ha considerado hoy que es "amoral e inmoral" echar a la gente de su casa y "ni siquiera es práctico", porque cuesta "mucho más dinero" resolver los problemas si se llega a esa situación que si se afrontan antes.
Gere ha aprovechado su visita a España para presentar su última película, "Invisibles", en la que protagoniza a un mendigo que vaga por Nueva York, para participar en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum dedicado a las personas sin hogar, acompañado por el presidente de la Fundación Rais, Fernando Vidal Fernández.
En el turno de preguntas ha sido cuestionado incluso por el terrorismo yihadista, un asunto en el que no ha querido profundizar desde el convencimiento de que no es lo suficientemente inteligente ni sabio para hacerlo.
Ahora bien, y al hilo de los atentados de París, ha advertido de que "la venganza nunca ayuda a nadie". "No creo que haya ayudado en ninguna situación, de ninguna manera, a ninguna de las partes. Quizás momentáneamente uno se sienta mejor, pero al final no ayuda", ha apostillado.
Su opinión es que es necesario analizar en profundidad las causas de este terrorismo y de por qué hay jóvenes europeos "educados y de clase media" que se sienten atraídos por grupos terrorista como Daesh.
La mayor parte de su intervención, sin embargo, ha estado centrada en sensibilizar sobre el problema de las personas sin hogar y ha hecho un llamamiento a la gente para que se comprometa a intentar mejorar las cosas. "Podemos cambiar el mundo y lo podemos hacer juntos", ha dicho.
Preguntado por los desahucios, ha considerado que es "amoral e inmoral echar a la gente de su casa" e incluso ha bromeado al apuntar si habría que "matar" a todos los banqueros.
Gere, quien ha prometido al padre Ángel visitar la parroquia de San Antón si tiene tiempo, ha hablado además del problema de los refugiados que están llegando a Europa huyendo de la guerra en Siria o Irak para advertir de que están "a punto de caer por el precipicio de la desesperanza" y de que hay que ayudarles.
"Si tuviéramos la sensación de que todos estamos en el mismo barco podríamos resolver los problemas más rápidamente", ha añadido.