París - Con traje azul marino, barba y gafas oscuras, Luis Roldán, director de la Guardia Civil española hasta descubrirse que chapoteaba en los lodos de la corrupción, baja de un coche con un maletín negro y observa un macizo rascacielos blanco de 29 pisos cercano a la Torre Eiffel. Corre el verano de 1994 y le acompaña Francisco Paesa, un escurridizo personaje adicto al filo de la navaja, a caballo entre el espionaje y el fraude internacional.

El equipo de El hombre de las mil caras da por buena la toma y concluyen el día de rodaje en París. En una cafetería cercana a la torre Keller se ocultó Roldán buena parte de los 304 días que permaneció huido entre 1994 y 1995, poniendo en jaque al gobierno del socialista Felipe González.

“Han pasado veinte años y está de plena actualidad. Tristemente, es algo que se va repitiendo cíclicamente. Es una lacra de nuestra sociedad que no hay forma de librarse de ella”, explicó el director del “thriller”, Alberto Rodríguez, que recolectó 10 premios Goya por La isla Mínima.

La película, un encargo del Grupo Zeta con un presupuesto de algo menos de 5 millones de euros, se rodará en Madrid, París, Singapur y Ginebra y se estrenará en otoño de 2016.

“Me hubiera gustado hacer la historia de Paesa de principio a fin. Pero era prácticamente imposible de abordar porque empezó en los 1960 en Guinea y creo que todavía sigue por ahí, haciendo alguna cosa de vez en cuando”, comentó Rodríguez.

El superespía fue quien escondió a Roldán en París, supuestamente le estafó los 10 millones de euros -en pesetas- que este nunca devolvió y pactó su entrega al ministro Juan Alberto Belloch, previo pago de 1,8 millones de euros.

“La verdadera historia de lo que ocurrió ahí la saben tres o cuatro personas”, prosiguió Rodríguez, que abraza la ficción desde un meticuloso trabajo de documentación para una película que supone será “polémica”, pues removerá fangos políticos de hace dos décadas y retratará miserias presentes también en la actualidad.

Los “ojos del espectador” serán los de José Coronado, en la piel de Jesus Camoes, a quien define como “el más humano dentro de este mundo de espías y hombres muy complejos”.

“El Roldán de hoy día no es el de entonces. Es un hombre que ha pasado 15 años en la cárcel, 10 de ellos incomunicado. En la película está en otro momento vital”, explicó Carlos Santos, que interpreta al exdirector de la Guardia Civil (1986-1993). - Javier Albisu