BILBAO- Hoy arranca la X edición del BBK Live, en Kobetamendi, con decenas de conciertos repartidos en tres días y el liderazgo de Muse, Mumford & Sons y The Jesus & Mary Chain. “El festival trata de mejorar en servicios y experiencia, consolida un quinto escenario, amplía los conciertos a la ciudad y presenta un grandísimo cartel de bandas de primera línea, de nueva generación y propuestas emergentes”, explica Alfonso Santiago, de Last Tour International, la promotora impulsora del festival, con apoyo firme y continuado del Ayuntamiento. “El festival ha dado notoriedad internacional a Bilbao y proyecta una imagen moderna y joven de la ciudad”, apostilla Alfonso Santiago, que sigue siendo optimista respecto a próximas ediciones.
Parece que fue ayer y... ha pasado una década.
-Sí, y lo ha hecho muy rápido.
Ha habido fluctuaciones aunque presentaron esta edición bajo el título ‘Diez años de éxitos’.
-El resumen es que el festival ha crecido y evolucionado mucho, y hemos conseguido crear un evento de estas características en Bilbao, lo que no es nada fácil. Ha habido años muy buenos, especialmente los últimos, pero sí, también ha habido momentos más difíciles mientras se asentaba el evento y hacíamos que mejorara.
¿Se ha avanzado más de lo que nunca se pensó? Además del trabajo, ¿cual es motivo del éxito, que no se haya quedado en el camino, como tantos otros festivales?
-Creo que uno de los grandes éxitos es la colaboración público-privada. Es uno de los modelos más interesantes para desarrollar proyectos de este tipo. Cada una de las dos partes aporta al proyecto y lo hace lo que mejor sabe, y eso es esencial.
Sin la colaboración institucional, ¿habría sido posible?
-En Bilbao seguro que no. Un festival de este tamaño requiere muchísimo apoyo e inversión, y sin una institución como el Ayuntamiento no sería posible llevar a cabo este evento en una ciudad de las características de Bilbao. En una urbe con una población mayor, comunicaciones y gran oferta de alojamiento sí es posible.
¿Qué le ha dado el festival a Bilbao, además de los 115 millones de euros directos de impacto económico?
-Notoriedad. Proyecta una imagen moderna y joven de la ciudad, ayuda también al desarrollo de la música y la cultura, y da a conocer la ciudad a mucha gente nacional e internacional.
El año pasado se tocó el ‘cielo’ con 120.000 asistentes. ¿Cómo se encaró esta conmemoración, ya que no se puede ir a más?
-No se puede ir a más aforo en Kobetamendi, está claro, pero sí que se puede seguir desarrollando el festival fuera del recinto. Este año tenemos más conciertos en las calles, el concierto con la Coral de Bilbao, hemos hecho una presentación en Madrid, recitales en seis salas de Bilbao y alrededores... Y esperamos ir más allá porque se puede hacer crecer mucho más el festival y mover la marca por otras ciudades.
Usted defiende que el de este año es “uno de los mejores carteles de la historia”. ¿Por qué cree que la sensación es otra? ¿Falta cultura musical para entender el papel de Alt-J, James Bay o Disclosure? Esos músicos serían cabezas de cartel en otros festivales de Europa...
-Los países anglosajones o cercanos a su cultura siempre han estado más desarrollados en lo cultural, y, especialmente, en lo musical, lo que hace que aquí muchas de las cosas que ya están triunfando fuera las reconozcamos algo más tarde. Hay muchos artistas importantes en el cartel de este año que aquí aún no se ven como tales. No obstante, el festival aún es muy joven y este aniversario solo es un año más, nos quedan por delante muchos artistas y grandes carteles para nuevas citas.
¿Qué no se perdería nunca si asistiera como público al festival este año?
-Alt-J es una de mis bandas preferidas de los últimos años. Tengo muchas ganas de ver en directo a bandas nuevas como Catfish & Botlemen, Marmozets o The Cat Empire. Y también quiero ver a Future Islands, cuyo último trabajo me ha gustado mucho.
¿Y los cabezas de cartel? Muse no admite dudas, es la ‘niña bonita’. ¿Y el resto, aguantan la presión de los ‘líderes’?
-Sí, Muse es el gran referente de este año, al igual que Coldplay, The Black Keys o Metallica se llevaron la presión en otras ediciones. Estoy seguro que el resto harán un gran papel. Cito a Mumford & Sons, Disclosure, Ben Harper o The Jesus & Mary Chain porque son bandas experimentadas y de sobrada calidad.
¿Con cuántas bandas se habla para cerrar el cartel?
-Con muchas, pero es difícil cuadrar los intereses de ambas partes. En estos diez años ha pasado un elenco increíble por Kobetamendi y seguiremos trabajando con las que aún no lo han hecho y con los artistas emergentes que serán los grandes cabezas de cartel del mañana.
Defiende que este año se han hecho bastantes mejoras.
-Así es. En cuanto a capacidad en el recinto, todo sigue igual, pero en el camping hemos reducido su capacidad a 10.000 campistas para poder garantizar un mejor servicio. En restauración introducimos más calidad y variedad, así como zonas de relax para poder sentarse, comer tranquilamente y descansar.
También ha habido modificaciones en el transporte...
En el transporte seguimos elevando el número de autobuses y tratando de mejorar, pero el margen es muy limitado debido a la estrechez de la carretera. Finalmente, en el recinto consolidamos el escenario 5 (bosque) y hemos hecho más grande el 4 (Red Bull).