barcelona - Un siglo después de la gestación de la obra más universal de Manuel de Falla, El Amor Brujo, La Fura dels Baus la reinventa y la convierte en una ópera de voz y ritmos flamencos, con mucho fuego y agua, que se estrenará en Granada el 10 de julio y que se verá el 17 en el Festival Castell de Peralada. El teatro del Ateneo Popular de Nou Barris de Barcelona acogió ayer al mediodía algunas de estas escenas del nuevo espectáculo, basado en la versión de 1915 y que contará como solistas con la cantaora Marina Heredia y el bailarín y coreógrafo Pol Jiménez. Como no podía ser de otra manera en un montaje de la Fura, también se vio cómo funcionará la nueva grúa que se ha construido para este El Amor Brujo. El fuego y la palabra, de una hora de duración.
El director de la compañía, Carlus Padrissa, explicó que ha optado por la primera versión que se conoce de la obra, y que se cree escribió María de la O Lejárraga, esposa de Gregorio Martínez Sierra, a quien se le atribuye habitualmente el texto, por ser “más fresca”, con frases como: “gran parte de la impunidad masculina está en la ignorancia femenina”. Padrissa no obvió que la pieza refleja a una Candelas -interpretada por Marina Heredia- acechada por los recuerdos de malos tratos que ha recibido y la presión del sexo contrario hasta que un día decide ir a la cueva de una bruja para que ésta le haga un hechizo. Sin embargo, al llegar al lugar, la bruja no está y es la propia Candelas la que se convierte en “una bruja fingida, que se inventa un hechizo, en un acto de toma de conciencia y de querer hacer”, reflejando el fuego el subconsciente y la palabra lo racional de esta acción. Si tuviera que resumirlo, Padrissa comentó que esta mujer empieza la obra “con falda y la acaba con pantalones”.
Por su parte, Marina Heredia mostró su satisfacción por poder participar en este proyecto, aunque el primer día ya la tiraron al suelo y la mojaron, “pero los flamencos evolucionamos como la sociedad y debemos estar según las circunstancias”, bromeó. Para el joven bailarín Pol Jiménez, de 19 años, y que interpreta el papel de Carmelo, se trata de un reto, con música que le inspira, y con el fuego y el agua que se “implican” en sus movimientos.
La obra, según avanzó Padrissa, cuenta con una suerte de preliminares, de veinte minutos de duración, en los que se escuchan fragmentos de Noches en los jardines de España, El sombrero de tres picos, La vida breve y la canción Amor gitano. Al acabar, y sin transición, se iniciará propiamente El Amor Brujo, en el que se intercalarán impactantes y oníricas imágenes del cineasta granadino José Val del Omar.
En cuanto al uso de la grúa durante el espectáculo, Padrissa consideró que para la compañía es “como un piano, con el que tocamos diferentes piezas (...) Utilizamos las grúas porque queremos que el hombre vuele, se levante, sea soberano. Nosotros siempre hablamos de lo mismo, del drama del hombre contemporáneo”, apostilló.
Después del estreno en Granada y de su pase en Peralada, la obra se verá en noviembre en Sao Paulo (Brasil) y en mayo de 2016 en los Teatros del Canal de Madrid y, aunque las fechas no están aún fijadas, en Bolonia, Rotterdam o Sevilla. - Efe