Nueva York - El actor Leonardo DiCaprio busca revolucionar el negocio hotelero y está trabajando en la construcción de un exclusivo complejo turístico en una isla desierta de Belice, de 42 hectáreas, un proyecto que pretende combinar la hostelería con el ecologismo y recuperar la naturaleza de la zona. “El principal objetivo es hacer algo que cambie el mundo”, dijo DiCaprio en una entrevista publicada ayer por The New York Times, en la que aseguró que busca crear algo “revolucionario en el movimiento ecologista”.
El actor, que ha mostrado su compromiso con el medioambiente a través de numerosas iniciativas y que es Mensajero de la Paz de la ONU para el cambio climático, adquirió hace una década el cayo Blackadore, una pequeña isla deshabitada frente a la costa de Belice. “Era como el cielo en la Tierra”, dijo DiCaprio sobre la zona que, sin embargo, en las últimas décadas ha sufrido un importante deterioro medioambiental por la actividad humana, según el periódico. El protagonista de Titanic, que compró junto a un socio la isla por 1,75 millones de dólares, ha pasado los últimos años buscando el promotor adecuado para hacer realidad su proyecto. Finalmente, DiCaprio unió fuerzas con Paul Sciall, un empresario neoyorquino, y planea abrir en la isla un lujoso complejo turístico en 2018. Entre otras cosas, está previsto que los alojamientos turísticos en el cayo se construyan en una enorme plataforma sobre el agua, bajo la que se instalarán arrecifes artificiales para facilitar cobijo a especies marinas. De esta manera se aprovechará la brisa procedente del agua para mantener las casas frescas. Además, se replantará vegetación propia de la zona y se tratará de ayudar a la conservación de varias especies animales, al tiempo que un equipo de expertos vigilará en todo momento el impacto ambiental del resort. “Mi meta siempre fue el hecho de que quería crear algo no sólo ecológico, sino restaurador. Una muestra de lo que es posible”, explicó el intérprete.
El exclusivo hotel ecológico tratará de tener el menor impacto en el hábitat de la zona, construyendo un vivero donde crezca la hierba marina autóctona, para apoyar una zona de conservación de manatíes y los árboles de mangle serán replantados, en sustitución de las especies invasoras. Los afortunados que puedan permitirse el lujo de desembolsar grandes cantidades de dinero, tendrán el privilegio de disfrutar de esta pequeña isla tropical situada en la Barrera de Coral de Belice (la segunda más grande del mundo), con frondosos bosques y aguas cristalinas, ideales para la observación de aves. Uno de los más bellos lugares para disfrutar del ecoturismo.
Los precios de las habitaciones aún se desconocen. Pero quienes se enamoren del lugar tendrán la opción de comprar una estancia, con precios que oscilan entre 5 y 15 millones de dólares. - Efe