Berlín - El director alemán Wim Wenders desconcertó ayer en la Berlinale con Every thing will be fine, interpretada por un James Franco minimalista y rodada en 3D por puro amor a esa técnica, mientras que la sección a concurso, más bien de trámite, se limitó a mostrar la Rusia desmantelada de Pod Electricheskimi Oblakami. La cinta del ruso Alexey German -Under electric clouds, en inglés- presenta una muy hermosa puesta en escena y fotografía, pero resulta reiterativa en cuanto al guión.
El filme de Wenders, incluido en la sección oficial pero fuera de competición, llevo por segunda vez a la 65ª edición del festival a Franco, unos días después de presentar junto a Nicole Kidman el filme Queen of the Desert, de Werner Herzog. Con Wenders, Franco ya no es el galán acaramelado de la reina entre las dunas, sino un escritor que alcanza el éxito tras un accidente en que muere un niño, uno de los dos hijos de la mujer que interpreta Charlotte Gainsbourg. Nada en la cinta parece justificar el uso del 3D, un formato que años atrás emocionó, pero que ahora se percibe más bien como una incomodidad salvo en películas de acción, fantasía o documentales. “El 3D engrandece todo, también los sentimientos”, afirmó Wenders, decidido a defender esa opción y ante las preguntas de los medios de por qué insistir en esa técnica que él mismo admitió que era idónea para Pina, pero no para todo tipo de películas. “Mi película muestra un proceso de recuperación psíquica tras un trauma desde varias perspectivas: la del causante del accidente, la de la madre, y el hermano que perdieron al ser querido”, añadió el cineasta.
Wenders, quien recibirá mañana el Oso de Oro de Honor del festival por toda su carrera, recorre el nudo de conflictos internos a través de un Franco al que sus sucesivas novias o esposas reprochan un “minimalismo sentimental”, como lo definió el actor. “Es un personaje con dificultades para las relaciones. Fue una gran experiencia para mí expresarlo en 3D”, añadió Franco. El actor era una de las presencias masculinas más esperadas en el festival, y se llevó más aplausos sobre la alfombra roja que dentro de las salas. - Gemma Casadevall (Efe)