Amurrio - Desde que recibieron en noviembre en el XIX Festival de Teatro Amateur Rivas Vaciamadrid la estatuilla al mejor montaje -así como una nominación al mejor actor principal, en la persona de Raúl García- con su trabajo Yo soy la revolución, la agenda de Aimara se ha vuelto un no parar. Hablamos del elenco de actores y actrices, mal denominados aficionados, que conforman la compañía de Amurrio, dirigida por el actor getxotarra Javier Liñera.

De hecho, el citado decimoquinto trabajo de la historia del grupo -por el que también fueron seleccionados para el V Tercer Sector de Tafalla, creado por el grupo Gabalzeka, y celebrado el pasado 14 de noviembre- ha visitado este fin de semana el municipio burgalés de Aranda de Duero y, el próximo 20 de febrero, estarán en el no menos prestigioso VI Certamen de Teatro no Profesional, convocado por el Centro Cívico Universidad dependiente del área de participación ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza.

“Actuarán junto a los otros cinco grupos de teatro no profesional del territorio español que han quedado seleccionados de entre los que solicitan participar”, explicó a DNA el director de Aimara. Un logro por el que cada finalista ya tiene asegurados 600 euros, aunque ellos intentarán repetir la experiencia de Madrid y traerse para Álava los otros 600 reservados para la mejor obra, o los 300 euros estipulados para cada una de las categorías de mejor actor, mejor actriz, y premio especial del jurado.

El no conseguir este nuevo triunfo tampoco les mermará su ilusión “a seguir trabajando y mejorando”, porque el ser finalistas “ya es todo un mérito por el que estamos muy contentos”, apunta Jon Guerrero, uno de los actores de Aimara. Y es que “el hecho de que les llamen para tantas actuaciones no es muy habitual en este mundillo, y mucho menos lograr plaza para certámenes como el madrileño y encima resultar galardonados la primera vez que se participa”, asegura Liñera. De hecho, los Aimara fueron una de las nueve compañías de toda la geografía estatal que lograron pase al festival, de entre las 119 que lo solicitaron. Junto a ellos se encontraron en escena grupos teatrales de Torrejón de Ardoz, Cáceres, Puertollano, Palencia, Chinchón y Villaviciosa de Odón, así como dos del propio Madrid.

En Zaragoza, los integrantes de Aimara -o lo que es lo mismo Rufo Grande, Raúl García, Estela Celdrán, Elisabet Anda, Jon Guerrero, Nerea Velasco, José Ortega, Bego Testón, Lidia Ríos y Xabier González; sin olvidar a “Aratxu San José, Ixone Fernández de Aguirre, Edurne Aspizua, Pilar Guezala y Marian Pérez, ya que sin su ayuda no hubiera sido posible”, subrayan- medirán su talento interpretativo con el de otras cinco compañías amateur “de las que aún no sabemos el nombre ni procedencia”, matiza Liñera.

Pieza seleccionada Por lo que respecta a Yo soy la revolución -el montaje con el que viajarán a la capital aragonesa- se trata de una obra de creación colectiva, comprometida, y de género dramático pero con una pizca de humor, que esta basada en el texto de Peter Weiss Marat-Sade.

La historia narra cómo, tras la Revolución Francesa, el marqués de Sade decide montar una obra de teatro con los enfermos de una casa de locos, que representarán el asesinato de Marat. “Es una locura divertida en la que se reflexiona sobre la revolución, sobre su conveniencia o no, sobre sus errores, sobre sus aciertos y sobre los daños colaterales. En una palabra, sobre si merece la pena revolucionarse”, explican desde Aimara, al tiempo que subrayan que, aunque el trabajo esté ambientado en la Francia de finales del siglo XVIII, “tiene un transfondo político con temas como la corrupción que están muy de actualidad”.

Aimara Teatro inició su andadura como grupo amateur en 1996, en el seno de la asociación de mujeres Aurreraka del que se independizaría en 1999, y lleva interpretadas quince obras. Hasta su triunfante Yo soy la revolución, su éxito mas reconocido había sido No hay ladrón que por bien no venga.