madrid - El escritor Arturo Pérez-Reverte se ha metido de lleno en los “mecanismos narrativos” de Cervantes para adaptar el Quijote y facilitar la comprensión a los más jóvenes de esta obra esencial, cuya lectura “debería ser obligatoria” en los planes de enseñanza.

“Es una vergüenza que los gobiernos no hayan incluido el Quijote entre las materias obligatorias. Que un alumno pueda pasar por el colegio o el instituto sin haber leído nunca esta obra, es una vergüenza para todos los ministros de Educación y Cultura que ha habido en España”, asegura Pérez-Reverte a Efe. “Meterme en el mecanismo de relojería del Quijote ha sido una experiencia personal inenarrable”, subraya este novelista y académico, que ha respetado “al máximo” el texto de Cervantes, si bien, para facilitar su lectura, ha eliminado “todo aquello que no fuese estrictamente narrativo y que rompiera la línea argumental principal”.

Esta cuidada edición para uso escolar ha sido publicada por la Real Academia Española y por la editorial Santillana está desde ayer a la venta en todos los países hispanohablantes. Lleva prólogos de Pérez-Reverte y del secretario de la RAE, Darío Villanueva. El libro se presenta este martes 2 de diciembre en México, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y una semana más tarde en Madrid. En España cuesta 10,95 euros, y la versión digital, 6,95. Con esta edición, la Academia rinde homenaje al Quijote ilustrado que publicó en 1780 y se anticipa a las celebraciones del bienio de Cervantes, dado que en 2015 se cumplen cuatro siglos de la aparición de la segunda parte del Quijote y en 2016 se conmemora el 400 aniversario del fallecimiento del autor. La edición popular incorpora los bocetos originales e inéditos que se hicieron para los grabados del Quijote de 1780, entre ellos, una ilustración de un joven Francisco de Goya que, “paradojas de la vida”, no llegó a incluirse en aquel libro. Muy crítico siempre con los planes de enseñanza por la escasa importancia que le dan a las humanidades, el escritor considera “una vergüenza que los gobiernos españoles no hayan incluido el Quijote entre las materias obligatorias”, y lo dice “como académico”. En su opinión, el que los sucesivos gobiernos no le hayan prestado la debida atención a la educación y a la cultura “es lo que hará que en el futuro seamos todavía más corruptos y peores ciudadanos”. El Quijote es “una gran referencia ética”, y al no potenciar su lectura, “estamos creando generaciones huérfanas de referencias éticas, estamos agravando el mal”, afirma.