los responsables de la pinacoteca siempre han recordado que la historia del Museo no solo está conformada por la adquisición de una de las colecciones de arte más prestigiosas del Estado, sino también por la de aquellos hombres y mujeres que tuvieron un sueño y lucharon por conseguirlo. Como la de aquellos artistas que entre 1900 y 1910 promovieron en Bilbao un ciclo de exposiciones de arte moderno con el que pretendían dar a conocer tanto sus trabajos como los de creadores de la talla de Gauguin o Picasso. Aunque aquellos pioneros del arte contemporáneo sintieron que sus esfuerzos terminaron en fracaso, sembraron una semilla decisiva. O como la de aquellos mecenas de la burguesía industrial vasca con ganas de invertir en arte. Conscientes de la necesidad de un museo en la capital vizcaína, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de la ciudad firmaron el acta y crearon en 1908 el Bellas Artes de Bilbao - motivo por el que la pinacoteca celebró oficialmente su centenario en 2008- aunque faltarían seis años para que éste abriera sus puertas. Fue el pintor bilbaíno Manuel Losada, uno de los promotores, quien se encargaría de dirigir esta Escuela de Artes y Oficios de la Villa, que pronto se quedaría pequeña debido a las importantes donaciones y legados que, por parte de las instituciones y de particulares, recibió en sus primeros años de actividad. En 1924 se inauguró el Centro de Arte Moderno en unas dependencias de la Diputación, en la calle Rodríguez Arias. Lo dirigía el artista Aurelio Arteta y sirvió para que los bilbainos y bilbainas se acostumbraran a ver obras de artistas contemporáneos como Picasso, Cezanne, Gauguin... Algo totalmente inconcebible por aquel entonces. Durante la Guerra Civil, las piezas de las dos pinacotecas fueron enviadas a lugares distintos. Las del Bellas Artes al Depósito Franco de Uribitarte. Las del Moderno, a La Rochelle. Tras el regreso de las pinturas y esculturas, en 1945 se fusionaron ambas colecciones y se construyó un nuevo y único edificio de estilo neoclásico. La última remodelación de la histórica pinacoteca se realizó en 2001 bajo la dirección de Miguel Zugaza, hoy máximo responsable del Prado.