Donostia. LA nueva sede de Musikene costará cerca de 20 millones en lugar de los 45 previstos inicialmente y el edifico, proyectado en las inmediaciones del campus de la UPV en Donostia, sufrirá modificaciones tras un severo redimensionamiento. Sin embargo, tras encadenar varios retrasos, las obras comenzaron a finales del pasado año y, con un plazo de ejecución de 28 meses, el centro estará listo para su uso en el curso 2015-2016, según afirma el gestor académico, Patri Goialde.

De momento, las obras no son muy visibles porque se está trabajando en la complicada cimentación del solar entre las avenidas de Tolosa y Zarautz, que es zona de marismas, pero el singular edificio creado por el estudio GAZ Arquitectos no tardará en asomar por el vallado blanquiazul que delimita la zona.

Mayor visibilidad

Sala multiusos

En total, tendrá 13.000 metros cuadrados de superficie útil, tres veces más espacio que el disponible en las tres sedes que hoy utiliza Musikene: la principal del Palacio Miramar, la escuela municipal de Egia y la escuela del coro Easo. Esa "dispersión", apunta Goialde, crea problemas organizativos y de horarios, por lo que concentrar todos los servicios del centro en un mismo edificio beneficiará a toda la comunidad educativa y dará a Musikene la imagen de "un espacio diferente, casi como una facultad".

Para redimensionar el edificio se ha optado por disminuir los espacios, eliminando, por ejemplo, una de las plantas del edificio y uno de los subterráneos. Pese a todo, habrá 56 aulas y 39 cabinas de estudio individual, así como mediateca, cafetería y una "sala multiusos" que sustituye al auditorio proyectado originalmente. Esa sala tendrá paneles acústicos, gradas retráctiles y tabiques móviles para que puedan realizarse hasta tres actividades distintas.

El gestor académico se muestra convencido de que la nueva sede ayudará a dar una mayor "visibilidad" al centro, que podrá ser visitado por público externo para disfrutar de las actuaciones de los alumnos.