MADRID. Un encargo realizado hace cuatro años por la familia real danesa ha levantado gran polémica en el país. Además, el trabajo del pintor Thomas Kluge se expone ya en el museo Amalienborg de Copenhague, y la muestra ha causado estupor e indignación entre la población danesa. Al parecer, el hiperrealismo y el escenario de la exigua exposición -apenas seis retratos- recuerdan más a un túnel de los horrores que al arquetípico retrato de un monarca. La colección de retratos, encargados por Margarita de Dinamarca hace cuatro años, ha levantado una oleada de críticas contra el artista, que ha encontrado defensores de su trabajo entre los críticos de arte, que emplean términos como "modernidad", "innovación" o "respeto" para defender al pintor. Los retratos han causado furor también en las redes sociales, donde las críticas no se han hecho esperar; muchos ciudadanos se han aventurado ya a calificar los retratos de "sádicos" o "siniestros". "La familia monster II", se ha podido leer en algunos de estos mensajes improvisados. Lo curioso es que la muestra de los retratos reales permanecerá abierta al público hasta marzo de 2014. Si alguien no manda retirarlos antes, claro.