madrid. El Museo Reina Sofía despoja de la figura de Salvador Dalí todo el ruido mediático para mostrar la esencia de uno de los grandes artistas del siglo XX, en una exposición en la que por primera vez se podrán contemplar en España importantes obras.

En un montaje cronológico, más de 200 obras muestran todas las facetas complejas de un creador con una imaginación desbordante y una espléndida fantasía. Entre las treinta piezas que no se habían visto nunca en España figuran Las bañistas, cedida por el Museo de Saint Petersburg (Florida, EEUU); La persistencia de la memoria, del MoMA, o Alucinación: seis imágenes de Lenin sobre un piano, del Centro Pompidou de París, donde la exposición pudo verse con importantes cambios. Dada la complejidad para obtener préstamos, el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, señaló a Efe que, aunque pueda sonar a tópico, no sabe si "la exposición va a ser irrepetible, pero como mínimo se va a tardar muchos años en hacerse una con estas características". En su opinión, una de las mejores obras de Dalí es su propia persona, el personaje que él crea y que es indisociable de su obra. "A este personaje le ha rodeado mucha anécdota, mucho elemento que no tenía interés, que era puro ruido mediático. Con esta exposición hemos intentado volver al Dalí esencial". Entre los elementos clave de su obra destacó la formas blandas, su interpretación de la teoría del informe, las relaciones humanas a partir del canibalismo o los medios de comunicación. Utilizando una de las metáforas comestibles que tanto gustaban a Dalí, el director del Reina Sofía consideró que el artista "acabó canibalizándose, comiéndose, devorándose a si mismo y fue víctima de su propio teatro".