Vitoria. Tras un pequeño descanso, Berri Txarrak vuelve hoy a la carretera. Por delante, una agenda repleta que incluye visita a París y su participación en el festival Hellfest 2013, por poner sólo dos ejemplos. Pero los primeros sonidos de este año llegan hoy en Gasteiz, más en concreto en un Gaztetxe en el que no entrará ni un alfiler. Y es que las entradas para este concierto se terminaron una hora y media después de ponerse a la venta el pasado día 11 y el espacio autogestionado de lo alto de la colina no para de repetir en las redes sociales que esta noche no habrá pases disponibles, algo que, por otra parte, no es nada extraño tratándose del trío liderado por Gorka Urbizu por lo menos en la capital alavesa.

Y es que cada vez que el grupo nacido en Lekumberri pisa tablas gasteiztarras la respuesta del público es abrumadora. Lo han demostrado más de una vez ya sea en Helldorado, en Jimmy Jazz, en... Da igual el aforo. En este caso, el Gaztetxe se quedará pequeño en una noche con un cariz especial puesto que esta actuación es parte de los actos convocados por Hala Bedi Irratia para celebrar sus 30 años en las ondas, tres décadas de independencia y libertad.

Eso sí, Izagirre, Urbizu y González no serán los únicos que acudan a la llamada. Le tocará abrir el concierto a los gasteiztarras Pájaro 1 Pájaro 2, que subirán todavía más la temperatura de una noche de por sí atractiva.

Tras ellos será el turno de unos Berri que hace ya mucho que están en su momento, un estado de gracia del que es imposible moverles, incluso más allá de los cambios internos que se han producido en los últimos años. Haria, publicado en 2011, no para de regalar al trío buenas noticias, un éxito que ha traspasado fronteras desde trabajos como Payola.

Quienes hoy se queden con las ganas deberán esperar a otra oportunidad en la capital alavesa. Los que tengan la suerte de acudir deberían, pensando en los primeros, tendrían que reclamar a Urbizu y compañía otra visita cercana.