Son muchas las cosas que han pasado en los 37 años de vida de Paraíso. Por no hablar de la cantidad de personas que, de una forma u otra, han sido parte de su historia. Hoy son escenarios de diferentes continentes los que se abren para recibir a la compañía. En 1976, era el colegio Inmaculada Concepción el que marcaba los límites de su mundo interpretativo. En este centro de Abetxuko, primero en un sótano y después en un lugar un poco más acorde, un grupo de chicas, con la ayuda de las monjas y del Padre Valentín, consiguió que le dejasen convencer a varios chicos para representar algunas obras, poniendo así en marcha un grupo de teatro amateur que este martes recibirá el Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y Juventud 2012.

Parece mentira todo lo que ha pasado entre una fecha y otra hasta llegar a la obtención de un galardón que supone la máxima distinción que puede conseguir la compañía, un reconocimiento oficial que pone aún más en valor lo que miles y miles de espectadores llevan 37 años descubriendo, décadas de Paraíso en el escenario que han vivido desde sus inicios Pilar López, Ana Fernández y Gracia María López.

El pasado 8 de noviembre, el Ministerio de Cultura hizo oficial la decisión del jurado del Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud. Desde entonces, las felicitaciones recibidas en la actual sede del grupo (situada en Abetxuko, por supuesto) han sido innumerables. Eso sí, el galardón no está todavía en manos de la compañía alavesa. No por lo menos de manera física. Eso sucederá este martes a las doce del mediodía en el Palacio de El Pardo, en Madrid. Será en un acto protocolario presidido por los príncipes de Asturias en el que se repartirán otras distinciones del mismo rango dentro del sector cultural. En representación de la formación gasteiztarra estarán la propia Pilar López, como coordinadora de la compañía, y los directores artísticos (sin olvidar otras funciones) Tomás Fernández Alonso y Rosa Ángela García.

Como en la misma cita se dan varios galardones similares, los tres componentes de Paraíso no tendrán la oportunidad de realizar discurso alguno, aunque tampoco es que haga mucha falta. Ellos ya hablan sobre los escenarios. Eso sí, no estarán solos. El grupo ha querido que junto a ellos estén las instituciones con las que comparte programas y propuestas, como las campañas de teatro escolar de Gasteiz y de Álava, así como otras iniciativas. Por eso, se ha invitado al Ayuntamiento de Vitoria (en cuya representación estará la concejal de Cultura, Encina Serrano), a la Diputación (que acudirá a través de la diputada del mismo área, Iciar Lamarain) y al Gobierno Vasco (que ha decidido declinar la convocatoria por encontrarse en plena tramitación del Presupuesto para 2013). De hecho, el objetivo de compartir este momento con las administraciones (se ha hablado en estos días con el resto de partidos políticos para evitar suspicacias) pasa por hacer extensivo el galardón a todo el territorio, al tiempo que se recuerda una vez más que invertir en cultura no es un gasto a fondo perdido, algo que los responsables políticos olvidan casi siempre y más en tiempos de crisis.

Hablando de dinero, lo que sí tiene ya Paraíso son los 30.000 euros con los que está dotado el Nacional. Bueno, aunque cada céntimo tiene ya su dueño. En este sentido, los recortes públicos están en la base de los tres principales destinos de la dotación: por un lado, tapar los agujeros dejados por las instituciones en las campañas de teatro escolar; por otro, intentar paliar la difícil situación por la que están pasando determinadas publicaciones cercanas especializadas en las artes escénicas con la contratación de campañas de publicidad especiales con motivo del galardón; y por último, ayudar a las asociaciones con las que suele colaborar sufragando parte de algunas representaciones de su montaje Vuela si puedes.

Una vida que agradecer Pero mientras se preparan las maletas para ir a Madrid este martes o se ve cómo el dinero del premio vuela, tal vez la única pena de este momento pase por no tener tiempo y espacio para dar las gracias a tanta gente que ha hecho posible que Paraíso ya sea eterno.

Es más, en la propia compañía saben que son unos cuantos los que en Abetxuko consideran la distinción como algo propio, y hacen bien puesto que sin la existencia, el espíritu y la forma de ser y entender las cosas de este lugar tampoco su grupo de teatro hubiera sido el mismo.

Una formación que empezó siendo amateur en 1976 siempre con la mirada puesta en los espectadores más pequeños. Ellos y ellas eran el objetivo, y lo siguieron siendo cuando, unos cuatro años después, los miembros de la agrupación decidieron dar los pasos para convertirse en profesionales de la escena.

Kikiricaja, El pupilo quiere ser tutor, De todo corazón, Zapatos rojos, Gran Klaus, Estrellas, Historia de juguetes, Toc Toc, El tren, Niño de café, Los Músicos de Bremen, Mi odisea (obra con la que el grupo cambió de nombre puesto que la propuesta iba dirigida más a un público adolescente y adulto)... Son algunos de los títulos que conforman una trayectoria que no se detiene. Y es que cabe recordar que además de las mil y una historias en las que Paraíso anda siempre, como los veteranos programas de teatro escolar, el grupo unió hace unos meses una última aventura a su proyecto, el Centro de Creación Teatral para Niños y Jóvenes KunArte.

Tal vez, un premio como el que recibirá la compañía alavesa este martes sea sólo eso, una distinción que no puede englobar todas las vivencias, personas, creaciones, emociones y reflexiones que han sucedido en estos 37 años y las que vendrán después. Pero, sin duda, es una gran noticia para todos los que alguna vez sintieron con Paraíso.