Madrid. Manuel Gutiérrez Aragón, autor de cerca de una treintena de películas y escritor de novelas retirado del cine después de dirigir en 2007 Todos estamos invitados, que ayer añadió a su larga lista de reconocimientos la Medalla de Oro de la Academia del Cine, echa de menos el cine social y comprometido de su época. "Cuando empecé a hacer cine había algo que nos atraía mucho a todos -explica a Efe- y era que tenía un gran contenido crítico, era un cine muy volcado a la sociedad y la sociedad lo recibía, no digo ya en cosas políticas, sino incluso en costumbres: las primeras huelgas, los primeros besos que se vieron en España fue en el cine".
Director de cine y guionista, Premio Nacional de Cinematografía 2005 y Premio Herralde 2009 con su primera novela La vida antes de marzo, este santanderino de 70 años ha dedicado sus obras a investigar el interior humano, a los temas sociales y al terrorismo, primero de ETA y después de Al Qaeda. Gutiérrez Aragón asegura que si hoy hiciera cine se centraría en la crisis, porque "seguramente es el acontecimiento más brutal que ha ocurrido en décadas". "Desde la caída de la dictadura no ha habido nada tan brutal, sobre todo porque ha sobrevenido como un tsunami", manifiesta. En ese sentido apunta que Camada negra o Todos estamos invitados, ambas sobre ETA, las hizo porque pensaba que "había que hacerlas" y por eso, añade, "ahora alguien debería hacer una película sobre la crisis".