Madrid. Si hace un par de días, la artista neoyorquina, conocida por sus estilismos imposibles, sorprendía, a los millones de seguidores que tiene repartidos a lo largo y ancho del planeta, rapándose la nuca, ahora parece que todo tiene su explicación "lógica". Por lo visto, parece que con este nuevo look capilar que lucía Lady Gaga esta misma semana y que decidió compartir con el resto del mundo a través de su página personal de Twitter, la excéntrica cantante trataba simplemente de preparar el lugar elegido para su último tatuaje: un angelito sobre cuya cabeza reposa una corona similar a la de la Estatua de la Libertad. Para sorpresa de los allí presentes, el tatuaje lo realizó durante la fiesta de lanzamiento de su perfume Fame que tuvo lugar, el pasado jueves, en el museo Guggenheim de Nueva York. La obra está realizada por el conocido tatuador Mark Mahoney.