Londres. La hospitalización ayer del duque de Edimburgo, la tercera en ocho meses, ha vuelto a disparar las alarmas sobre el estado de salud del marido de la reina Isabel II, que cumplió 91 años en junio. El Palacio de Buckingham indicó que la hospitalización es "una medida de precaución" y no dio detalles de la causa, pero pone de manifiesto que el estado de salud del príncipe Felipe es delicado. El duque de Edimburgo ya fue ingresado como medida de precaución el 4 de junio, durante las celebraciones del Jubileo de Diamantes de la Reina, a causa de una infección de vejiga y permaneció en el hospital durante cinco días. Tanto en esa ocasión como ahora los portavoces de la familia real han restado importancia a sus problemas de salud. El hecho de que ayer fuera trasladado al hospital desde el castillo de Balmoral, a 65 kilómetros de distancia, en ambulancia y no en helicóptero puede ser una indicación de que su dolencia no es grave. Durante las pasadas fiestas navideñas, permaneció tres días en un hospital de Cambridge, tras ser trasladado en helicóptero desde la finca real de Sandringham.