Madrid. El material recuperado en la llamada La Maleta Méxicana, con fotografías de Robert Capa, Gerda Taro y David Seymur, Chim, ofrece una amplia panorámica de la Guerra Civil española y muestra cómo el trabajo de los tres fotógrafos ha sentado las bases de la fotografía de guerra moderna.

Tras su paso por Barcelona y Bilbao, la exposición La Maleta Mexicana llegó ayer al Círculo de Bellas Artes de Madrid donde se pueden contemplar las imágenes de los tres autores difundidas a través de la prensa internacional, en una cobertura innovadora de la guerra, de la que inmortalizaron las batallas y los terribles efectos de la contienda sobre la población civil. La aventura del material que forma La Maleta Mexicana comenzó en 1939 cuando a comienzos de la 2ª Guerra Mundial desaparecieron del estudio que Capa tenía en París unos negativos de la Guerra Civil Española. Casi 70 años después, al término de un misterioso viaje a través del sur de Francia, fueron descubiertos en Ciudad de México más de un centenar de rollos de película, no sólo de Robert Capa, sino también de Gerda Taro y Chim.

Organizada junto con la Fundación Pablo Iglesias y el International Center of Photography, donde se conserva la colección que integra La Maleta Mexicana, la exposición reúne más de 200 piezas. Entre ellas, unas 70 fotografías, 101 hojas de contactos ampliados modernos de algunas series completas, dos audiovisuales y material documental como publicaciones periódicas de la época, telegramas, carnés de prensa o cartas, que permiten seguir el recorrido de Capa, Chim y Taro por la geografía española entre mayo de 1936 y marzo de 1939. Abierta hasta el 30 de septiembre, la exposición es el resultado de una exhaustiva investigación del International Center of Photography de Nueva York sobre las tres cajas de negativos encontradas, que contenían 165 carretes con casi 4.500 instantáneas. Entre este material la comisaria Cynthia Young ha realizado una selección en la que ha querido mostrar "el mejor trabajo de cada uno de ellos".

El recorrido cronológico, que incluye algunas imágenes de Capa y Taro tomadas en París por Fred Stein (1909-1967), muestra "el compromiso que estos fotógrafos, los tres exiliados, sintieron por los acontecimientos que ocurrían en España. Se dieron cuenta que podían contribuir con su mirada a impedir el avance del fascismo", comentó la comisaria. Young quiso resaltar, de forma especial, la labor de Chim como retratista, con imágenes de García Lorca o de La Pasionaria, y como fotógrafo de la zona vasca y asturiana "que interesaba especialmente a la prensa francesa". La labor de Taro se centró más en la zona de Madrid, en el tanatorio de Valencia y en el ejercito popular. De entre los trabajos de Capa destacan los realizados en Teruel y en los campos de refugiados del sur de Francia, que reflejan unas "imágenes muy crudas".