Vitoria. Hace justo 11 años (bueno, era 17 y no 20) se presentó por primera vez en el Festival de Jazz de Gasteiz metido en el grupo de Steve Coleman. No había llegado todavía a los 20, pero para entonces su trompeta estaba ya llamando la atención de muchos de sus mayores. Hoy tiene 30, un nombre propio dentro de la escena internacional, un disco con Blue Note y un efecto llamada entre aficionados y críticos más que considerable. Es Ambrose Akinmusire y esta tarde, a las 18.00 horas, vuelve a la capital alavesa para protagonizar una nueva cita con el Jazz del Siglo XXI.
En aquella ocasión, también la calle San Prudencio era el punto de reunión. Pero el músico californiano ha cambiado mucho desde entonces, entre otras cosas porque ha entrado de lleno en su madurez musical, consciente de qué y cómo quiere contar aquello que crea. Aún así, todavía se le mira con expectación, como una promesa a punto de estallar, tal vez porque el camino emprendido señala a un futuro en el que todavía quedan muy buenas noticias por llegar. When the heart emerges glistening, su última referencia, así lo señala.
Como sus predecesores este año en el Jazz del Siglo XXI, Akinmusire acapara ya unos cuantos premios de relevancia, aunque nada se puede comparar, en realidad, con la experiencia ganada tocando con algunas figuras de la escena actual, que han destacado su voz, su manera de entender las historias que desea relatar. Esa marca propia es lo más valorado y es lo que hoy desplegará en Vitoria.
Lo hará acompañado, además de por el público, por Walter Smith III (saxo), Sam Harris (piano), Harish Raghavan (contrabajo) y Justin Brown (batería).