MADRID. La mujer, Gabriella Cedillo, de 26 años, formaba parte de un grupo de extras que tenían que simular ser conductores durante el rodaje de una de las escenas de acción de la superproducción de Michael Bay. Durante la filmación, que tuvo lugar en Hammond, Indiana, en septiembre de 2010, uno de los cables que tiraba de un vehículo que tenía que volcar se desprendió y se estrelló contra el parabrisas del coche que ella ocupaba, golpeándola en la cabeza e hiriéndola de gravedad.
Tras el accidente, Cedillo fue trasladada en helicóptero a un hospital cercano y se le sometió a una cirugía por una lesión en la cabeza. Pero a pesar de la atención médica recibida de forma rápida, la mujer todavía tiene daños cerebrales y, según la versión de sus abogados y su familia, tiene paralizado parcialmente el lado izquierdo de la cara y sufre dificultades para hablar.
De hecho, y según su abogado Todd A. Smith, Cedillo sigue en rehabilitación y estos días se recupera de una reciente operación. Los abogados culparon a Paramount y DreamWorks del accidente y presentaron una demanda que exigía una cantidad para cubrir los gastos médicos, que ascendieron a 350.000 dólares, y otra superior en concepto de daños y perjuicios.
Paramount Pictures y DreamWorks están de acuerdo en la cantidad fijada de 18,5 millones de dólares para Cedillo por el accidente, aunque han evitado hacer cualquier tipo de valoración. La tercera entrega de la saga Transformers recaudó más de 1.100 millones de dólares en taquilla. La cuarta película de la franquicia tiene previsto su estreno para junio de 2014.