Vitoria. El cielo es la carpa más grande. La calle el escenario con más pistas. KaldeArte lo sabe, y desde hace siete años toca la campanilla de la acera en medio del paladar del firmamento, para convocar en tres días todos los sabores escénicos posibles. Teatro, baile, performance, circo, música... Muchos vehículos que desde el viernes 8 al domingo 10 de junio reunirán en cerca de cuarenta representaciones a un manojo de compañías en las que destaca, más que nunca, la presencia alavesa, con ocho piezas con label alavés.

Kolectivo Monstrenko, Latirili, Traspasos, Circortito, Soul Flavas, Zanguango, Pez Limbo y Porpol Teatro -junto a la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD- componen este made in Álava que en Lana, de Pez Limbo, crea fuerza creativa a partir de "un tema de moda en estos momentos", explica Eduardo Hernando, que junto a Begoña Martín Treviño y Raúl Camino dibuja el sábado (19.00; 22.00) en la plaza del Machete la historia de un taller de costura donde comienza a acumularse el trabajo.

Estrenada la semana pasada en la Feria de Leioa, la pieza de esta -también- nueva compañía se enfrenta a la "depresión generalizada" con esperanza, buscando "dar una visión de que ya escampará, de que siempre hay una salida", la misma que suponen para muchos grupos como el suyo encuentros del estilo de KaldeArte, porque "hay veces que no tienes la oportunidad de dar a conocer tu trabajo".

Por eso hay pluriempleados como Txubio Fernández de Jáuregui, presente en obras, ambas agridulces, de dos de estas compañías alavesas. La primera de ellas, Aquí va a pasar algo, se verá la medianoche del sábado en la trasera de Fray Zacarías, en la zona de la nevera. Y hablará de otra que conserva, la memoria, desde su ausencia. "La memoria es como un perro tonto: le tiras un palo y te trae cualquier cosa", explica Txubio, que junto a Miguel Garcés compone la pareja de personajes, ambos con la suya extraviada. "Es una reflexión cómico-poética sobre la importancia de una narración que nos sostenga".

Con la segunda, Entre lombrices, Kolectivo Monstrenko pondrá epílogo a los tres días de escenario al aire libre en la misma nevera, uno de los ocho espacios que acogerán los espectáculos de KaldeArte, destacando las apuestas por la danza -urbana, contemporánea, emparentada con el circo...- de la plaza de la Provincia o del circo -bailable, experimental, musical...- de Fueros. Todo se mezcla, porque la calle bebe de todo e hibrida sus expresiones con facilidad.

Tanta facilidad como la que el meeting point de Hor Dago!, en Montehermoso, pondrá al encuentro de intérpretes y público más allá de las actuaciones. Como la que el stand informativo de Correos pondrá al apartado informativo. Porque será muy fácil pasear por la plaza del Marqués de la Alameda, la Virgen Blanca o la Plaza Nueva y dejarse llevar por el lenguaje de Kaldearte, ese tiempo para las grandes, medianas y pequeñas producciones. Ese tiempo para el equilibrio de lo local y lo extranjero. Ese tiempo, cada año, al borde del verano, en el que el único telón es el cielo.