NUEVA YORK. La historia (y la histeria) se vuelve a repetir. Entonar el himno de EEUU en los partidos de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) está pasando de ser el sueño de cualquier artista a convertirse en una auténtica pesadilla en la que el ridículo sobrepasa con mucho a la emoción. El último en meter la pata ha sido el excéntrico Steven Tyler, líder de la legendaria banda de rock Aerosmith y actual jurado del programa televisivo American Idol, la versión estadounidense del existoso Operación Triunfo.

El solista era el encargado de cantar The Star-Spangled Banner en el repleto estadio de los New England Patriots, quienes se jugaban el pase a la final de la Superbowl con los Baltimore Ravens, a los que derrotaron. Con voz desgarrada, Tyler fue entonando a capella los versos del himno, aderezados con gritos del estilo de los que emite en temas de Aerosmith como Cryin o Crazy, muy aplaudidos en el contexto de los éxitos del grupo, pero no así cuando se trata de la canción de las barras y las estrellas. Tyler fue elevando y elevando el tono, hasta que su garganta dijo basta y se quedó sin voz, para pasmo de los presentes.

Ellos no se quedaron sin voz y los miles de aficionados que se acercaron hasta el estadio le dijeron de todo menos guapo al famoso cantante. Aun así, entre abucheos y caras de póquer (no solo del público, también de los jugadores que, mano en pecho, aguardaban el inicio del partido) Tyler defendió el tema hasta el final, con tan mala suerte que consiguió emular a una de sus predecesoras, Christina Aguilera, quien la pasada edición olvidó la letra de la canción. "Desde los siete años he estado cantando el himno nacional", había declarado la cantante, ebria de patriotismo, pero se equivocó en varias estrofas (en dos concretamente).

En este caso, Steven Tyler se confundió en uno de los versos finales y el público se quedó con las ganas de cantarle a él, pero las cuarenta. El broche de oro para una actuación que no se olvidará. Al final, la palabra cantada, que tanto se usa en el balompié para describir un error de bulto, acabará asociándose a este momento tan delicado. Tiempo al tiempo.