EN 2002 Baleuko apostó por Olentzero. Creyeron en él, como tantos y tantos niños de Euskal Herria, y la apuesta funcionó. La productora presentó Anjé, Gabonetako ipuina y el estreno del filme de animación fue un éxito. Después llegaron otras dos entregas, Olentzero eta subil magikoa (2005) y Olentzero eta oparien ordua (2008). Una década después Baleuko sigue creyendo en el carbonero bondadoso, y cuelga en las carteleras vascas un nuevo título: Olen-tzero eta iratxoen Jauntxoa. Miles de niños y niñas volverán a disfrutar con las aventuras del barbudo personaje, unas peripecias que llegan cargadas de aventuras, humor y ciertas dosis de miedo. La serie del carbonero vasco "se ha convertido en un clásico dentro de la producción de animación", tal y como apuntan desde la productora vizcaína.
Después de tantos años y de tres películas a sus espaldas, Baleuko era consciente de que debía dar un salto cualitativo en los contenidos de la serie. "Si queríamos hacer una historia original y que pudiera seguir gustando no solo a los más pequeños, sino también a sus padres y madres, teníamos que hacer algo nuevo", recalcan desde la productora. El fruto de esa reflexión se podrá ver en los cines a partir de este fin de semana. Se ha programado un preestreno para mañana, en Mungia (Olalde Aretoa), y los cines recibirán a Olentzero el viernes, día 2.
"Este nuevo proyecto, además de aventura, diversión y cariño, incluye un nuevo ingrediente: el mundo de las leyendas y tradiciones vascas", avanzan los promotores del filme. Hasta ahora Olen-tzero se enfrentaba a situaciones originadas por el egoísmo y la codicia de seres humanos, que ponían en peligro la entrega de regalos y la propia Navidad, pero en esta ocasión el apacible carbonero se las verá con seres mitológicos que, como él, son capaces de acciones extraordinarias y tienen motivaciones diferentes a los humanos. Todo ello conducido por un nuevo y siniestro personaje: Iratxo. "En esta cuarta entrega hemos incluido a un malo malísimo sacado de la mitología vasca, el duende Iratxo, que hace la película tan imprevisible como la personalidad del propio duende, por lo tanto, las dosis de humor, la acción, la ternura y los sobresaltos están asegurados", adelanta Gorka Vázquez Fernández, el director de Olentzero eta iratxoen Jauntxoa. Vázquez ha controlado todo el proceso de creación y producción, que aunque resulta complejo, parte siempre de una idea simple: "Todo nace siempre de una idea reflejada en un papel", relata el director de la nueva entrega. Luego se escribe el guión y se diseñan los personajes, que con la ayuda de un storyboard y los diálogos ya grabados pasarán a dar vida los animadores. Otros compañeros iluminan las escenas, las dotan de color, de fuerza y de intención, y finalmente se crea una banda sonora que envuelva todo el conjunto. Mi trabajo es el de unificar y dar coherencia de estilo al trabajo de muchas personas".
más oscura y misteriosa El resultado se verá en las pantallas de cine el viernes, pero Vázquez ya adelanta algo: "Hemos apuntado nuestros esfuerzos a realizar una película más dinámica y en ocasiones oscura y misteriosa. Creo que el duende Iratxo hará las delicias de los niños, aunque también será el protagonista de sus pesadillas: Pero ojo, no quiero asustar a nadie, ¿eh? Prevalecen siempre valores como el esfuerzo, la responsabilidad, la amistad y la ilusión". Aunque a priori el film está dirigido al sector infantil, Gorka Vázquez subraya que ha querido "utilizar un lenguaje claro, de adultos, porque seguro que el público lo agradece. La clave de la dirección está en no tratar a tu película como a un niño". Vázquez asegura haberle cogido cariño a la película y al personaje: "Creo que fui consciente de quién es según avanzaba el proyecto. te vas metiendo en la piel de Olentzero, tratando de pensar en cómo actuaría él en una situación concreta, y ves que tienes que tratar al personaje con el respeto y el cariño que le otorgan los niños".
baleuko se arriesga Baleuko se fundó en 1993 y se dedica a la producción de películas, animación y programas de televisión, y desde entonces ha aportado siete largometrajes de animación, dos de ficción, así como numerosos documentales y programas de televisión en diferentes formatos, con un constante interés por las nuevas tecnologías. Además de la serie de Olentzero, la productora ha lanzado otros largometrajes conocidos, como Betizu y el cencerro de oro (2007), nominado a los Goya en 2008, Los Balunis (2003), nominado a los Goya de 2004, o Megasónicos (1997), primer largometraje europeo realizado completamente en 3D y ganador de un Premio Goya en 1998.