Los Ángeles. En el juicio contra el ex médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, ha llegado el turno de la defensa, que llamó como testigo a un antiguo galeno del rey del pop. Allan Metzger afirmó el lunes que Jackson pedía a menudo fuertes somníferos. Dos meses antes de su muerte, le pidió si podía conseguirle algún medicamento intravenoso, pues las pastillas no le resultaban suficientes para conciliar el sueño. Murray está acusado de homicidio por negligencia debido a que presuntamente administró al artista elevadas dosis de propofol, un fuerte tranquilizante. La estrategia de la defensa consiste en presentar a Jackson como un adicto a los medicamentos, que ingirió las dosis mortales sin conocimiento del doctor. Metzger dijo que advirtió al cantante sobre la administración de medicamentos intravenosos en su casa. Él mismo nunca le dio propofol, subrayó. Al parecer, el artista tenía miedo a su concierto de regreso a los escenarios, en julio de 2009, y se sentía muy presionado. En las últimas cuatro semanas, la defensa ha llamado a 33 testigos. El último fue el experto en tranquilizantes Steven Shafer, que culpó a Murray de la muerte de Jackson. Los abogados de Murray planean tomar declaración a unos 15 testigos.