Vitoria. Los seguidores de la música punk están de enhorabuena. O lo estarán, al menos, a partir del 8 de octubre. Ese día, el cuarteto gasteiztarra Segismundo Toxicómano lanzará al mercado su octavo trabajo, bajo el título Ke no cunda el pánico, dos años después de presentar su álbum Una bala.
Esta agrupación lleva a sus espaldas una amplia trayectoria. Desde su formación inicial, en 1997, no ha dejado de trabajar y, pese a los cambios que ha sufrido en cuanto a los componentes, ha logrado mantenerse y ser uno de los grandes grupos estatales del género. Comenzaron como un quinteto, pero desde el lanzamiento de su cuarto disco, Escapa, en 2004, han trabajado como un cuarteto.
En los últimos años no han dejado de tocar y han realizado varias giras, alguna de ellas internacional, como la que realizaron el pasado año por Alemania, donde ofrecieron tres conciertos. Pero el éxito no termina ahí. En las pasadas fiestas de La Blanca, tras la bajada de Celedón, se subieron al escenario de las txosnas logrando atraer a cerca de 3.000 personas según el balance de los organizadores.
Hace dos años, Segismundo Toxicómano inició una nueva época, coincidiendo con el lanzamiento de su álbum Una Bala. Fue entonces cuando decidieron crear su propio sello discográfico ODNI Records. De este modo, impulsan de una manera distinta la forma de distribuir sus trabajos (sacándolos al mercado a precios populares o regalándolos, como ellos mismos dijeron en su momento) y de relacionarse con el público. Este hecho dio muy buenos resultados a la banda, ya que, de esta forma, ha escapado de los mecanismos comerciales y, además, de todo lo relacionado con los derechos de autor.
Con Ke no cunda el pánico sucede lo mismo que con su anterior álbum. Lo han producido ellos mismos con su productora ODNI Records, esperando obtener los mismos resultados que cosecharon con el lanzamiento de su anterior trabajo.