Vitoria. Suelen ser las más intensas, las más impredecibles y las más reveladoras. En el caso de la primera edición del festival de electrónica y arte urbano DKastle, su pionera convocatoria cumplió con las expectativas y acercó hasta el entorno de la torre de los Varona, en Villanañe, a cerca de 1.500 personas, una cifra que permite pensar en pasos de futuro. "Sí, sí, en principio lo que queremos es que tenga continuidad", explicaba ayer uno de los coordinadores del evento, Luis Carlos Rico.
Una continuidad que, de todos modos, reside en buena parte en la voluntad de apoyo institucional. De un tiempo a este parte éste viene siendo uno de los modelos clásicos para la gestación de un festival musical. Primero la iniciativa privada demuestra que su realización es posible y, en sucesivas ediciones, los entes públicos premian esta audacia y los beneficios que reporta al entorno con un apoyo económico extra.
"Con más medios y economía podíamos haber hecho las cosas con más tiempo, claro, podíamos haber contratado artistas de más nivel con más tiempo, por ejemplo, para que salieran más baratos". Detalles como éste son esenciales para clavar un cartel lo más completo posible, aunque el de esta primera edición -en la que colaboraba DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA- contó con el beneplácito del público.
Si hay que poner el pulgar hacia abajo o hacia arriba, Rico asegura que el encuentro alavés "funcionó muy bien", aunque siempre hay cosas de las que aprender. Por ejemplo, con más dinero y previsión, lo adecuado hubiera sido montar todo unos días antes. Y, para futuras ocasiones, la organización certificó que los amantes de la electrónica suelen tender a los horarios más nocturnos, lo que dejó con poco público a la apuesta inicial de hip hop.
Pero, más allá de pulir esos puntos, los artistas convencieron, sobre todo el grupo de Pole Showcase, y "aunque se fue la luz un par de veces, la gente estuvo muy a gusto y la zona VIP estuvo bastante petada, que es lo que esperábamos". Buena sensación la que deja ganas de repetir y de mejorar. DKastle descansa 365 días en busca de un nuevo asalto al castillo.