Berlín. La banda británica Take That se vio obligada a suspender su concierto en el estadio de fútbol de Copenhague a causa de una intoxicación de su superestrella Robbie Williams. "Fue una decisión horrible que nos dolió mucho", informó la banda en su página de Internet, respecto a la cancelación de su concierto, el sábado, que había congregado a 45.000 fans. Según parece, Williams comió algún alimento en mal estado el viernes, tras su primer concierto en Copenhague, y el sábado se levantó sintiéndose mal. El cantante, de 37 años, se recuperó algo la mañana del sábado, pero durante el día se sintió de nuevo mal y vomitó repetidamente, lo que llevó a la banda a cancelar la actuación. "No habría sido correcto tratar de actuar sin él", escribió la banda, sin aclarar si tendrá lugar el concierto previsto para el lunes, en Amsterdam. >D.N.
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