LONDRES. Parece que Kate Moss ha dejado atrás su lado más rebelde y ha decidido sentar la cabeza de la manera más tradicional, con una romántica boda en el campo inglés con su novio desde hace unos años, el rockero Jamie Hince.

La guapísima novia no ha dudado un momento en poner un ápice de polémica en su boda y a la vez ayudar a un amigo, que, como ella en su momento, está pasando sus horas má bajas: ha elegido a John Galliano para diseñar el vestido más especial de su vida. Como no podía ser de otra manera, como la supermodelo que es, Kate Moss ha lucido espectacular dentro de ese vestido que Galliano ha confeccionado para ella.

En un blanco roto precioso y acabado hasta los pies, el vestido estaba adornado además por un bordado de pedrería en el plisado de la falda. Kate ha lucido también un elemento bastante tradicional que hace romper su imagen de 'niña mala'. La supermodelo se ha decantado por un velo del mismo tono del vestido que, aunque no le cubría la cara y era bastante corto, caía por sus hombros. En cuanto al peinado, Moss no ha sorprendido.

Siguiendo con su línea habitual ha lucido su melena suelta y rubia. El novio por su parte, ha elegido un atuendo más moderno y se ha decantado por un traje azul de doble abotonadura de Stefano Pilati para Yves Saint Laurent, según la edición británica de Vogue.

TRES DÍAS DE CELEBRACIÓN

Los novios han elegido la iglesia de St Margaret's Parish, una basílica del siglo XII en Southrop, muy cerca de la mansión que la modelo tiene en los Costwolds donde más tarde se ha celebrado el ágape nupcial. Kate Moss ha llegado a la ceremonia en un precioso Rolls Royce acompañada por su padre, Peter, y su hija Lila Grace. Después de la ceremonia todos los invitados se han trasladado a la mansión de la top model, en la que se habían instalado grandes carpas para albergar a los invitados que acompañarán a la pareja durante todo el fin de semana.