madrid. Convencido de que el arte tiene la obligación de sanar, el polifacético Alejandro Jodorowsky, narrador, terapeuta o cineasta, entre otras cosas, publica Metagenealogía, un libro de autotrasformación para construir el árbol genealógico de cada uno, "porque la familia es un tesoro y una trampa mortal".
"Pertenecemos a la familia como si esta fuera un clan, porque todos tenemos necesidad de pertenecer a algo, si no, nos sentimos expulsados y camino de la muerte. Nos atamos a la familia por amor y por terror, entonces se trata de ver quién era la familia, cómo nos marcó y qué estamos repitiendo", explica el chileno Jodorowsky (Tocopilla, 1929), afincado en Francia desde hace décadas.
Metagenealogía, publicado por Siruela, está escrito de forma conjunta entre Jodorowsky y su exmujer y escritora, Marianne Costa, quien pone todos los ejemplos prácticos y ayuda al lector a caminar por su propio pasado de forma práctica. Esto es, elaborando el árbol de sus antepasados. Para entenderlo, el lector que desee indagar en sus antepasados a través de un diagrama, tiene que escribir por encima de ese diagrama la finalidad que tiene en la vida. Esa será una clave fundamental para transitar por el pasado y el camino que le habrá traído hasta hoy a pesar de la familia.
Jodorowski está seguro de que no puede haber ninguna revolución social si no hay una transformación interna de las conciencias, y para eso hace falta, a su juicio, que cambie la educación, la escuelas, las universidades y las relaciones de familia también, porque cree que "la familia ha obstaculizado la expansión de muchos yoes". Un claro ejemplo de ellos son las reproducciones de enfermedades o dolores, "y ahí viene el lenguaje de las enfermedades: como mi abuela tuvo un cáncer de pecho, yo también puedo. Mi familia tiene un hígado débil, yo voy por el mismo camino... Todo eso lo creamos para pertenecer a una familia y olvidar la angustia que se tiene desde niño por no pertenecer a algo", precisa el autor de La danza de la realidad.
Pero el experto en tarot cree que, con determinadas acciones, uno se puede reconciliar con su pasado y modificar los condicionantes que pueden desequilibrar al ser humano y limitarle toda la vida. "El divorcio, el abandono, el incesto que se da en la familia y en la sociedad; la bisexualidad que todos llevamos y reprimimos, el narcisismo, la neurosis social, las relaciones sadomasoquistas. Todo está en la familia, y de todo hay que tomar conciencia. Nuestro espíritu tiene que estar abierto a la conciliación entre el anima y el animus; entre lo femenino y lo masculino, entre el matrimonio del cielo y el infierno", añade. Una conciliación para alcanzar un nivel de conciencia más elevado que nos haría más fuertes y nos permitiría enfrentarnos a un futuro sin miedo, coinciden en explicar los dos autores del libro.
Ambos creen que la sociedad sólo se preocupa "por el dólar, por el dinero, que es el que dirige el mundo. "Podemos tener sociedades cultas, pero sólo en el plano intelectual, porque en el emocional falta mucho. Busquemos una re-evolución que aúne la búsqueda de conciencia y de desarrollo espiritual y llegará la felicidad plena, que es la alegría de vivir", argumenta Jodorowsky, quien reclama a la gente que siembre. "Si siembras una semilla y cae en buen terreno, con el tiempo fructificará y se crearán niveles de conciencia más profundos. Uno tiene que convertirse en lo que quiere ser, no en lo que los demás quieren que sea. Y el poder económico está creando seres solo consumidores e infantiles. Este libro trata de ayudar a sacar la propia luz interior", concluye.