No hay un Goya dedicado a la mejor distribución. Pero una empresa alavesa sentirá como suyos dos cabezones de la Academia de Cine en caso de que vayan a parar a sendos cortometrajes que viajan desde hace meses amparados por su sello de trabajo. Banatu Filmak echó a rodar hace un año y ya cuenta con un 25% de posibilidades de contar con su firma entre los créditos de dos trabajos ganadores en la gala del séptimo arte. Una cuarta parte, en el apartado de ficción. Otra cuarta parte, en la categoría de corto documental.
"Para nosotros es un subidón", asegura Aitor Arenas, que junto a Sonia Pacios compone el equipo de Banatu Filmak. Y aunque quita hierro a la responsabilidad de su dedicación en el creativo resultado final, que considera principalmente en manos de los autores y los productores, no puede evitar sentirse partícipe de cada éxito que han ido acumulando en el tiempo los trabajos que figuran en la cartera de la distribuidora. "Cualquier selección para un festival que nos comunican, por ejemplo, es como si nos hubieran dado un premio a nosotros; estamos igual de nerviosos que ellos", afirma Arenas.
Todo comenzó de forma muy natural. Pasó lo que tenía que pasar. La experiencia de Sonia en el universo cinematográfico y la de Aitor en las 625 líneas -y la de ambos en el mundo del corto, principal ámbito de actuación hasta ahora de Banatu- se unió en un único esfuerzo, que pretendía convertirse en una senda paralela a la de las grandes distribuidoras o al trabajo de difusión que realiza Kimuak -programa del Gobierno Vasco- en el ámbito más inmediato. "Queríamos darle una vuelta de tuerca, tratar de hacer las cosas de otra manera, buscar un hueco a un montón de cortos que se producen cada año en el País Vasco, y a nivel estatal, pero que no tienen salida".
No sólo se trata de distribuir. También de asesorar e incluso de producir. De hacer un trabajo profundo y personalizado con cada uno de los clientes. Por eso Sonia y Aitor tienen un factor clave a la hora de alimentar su ficha, que sean "trabajos que nos gustan", que tengan algo especial. "Preferimos por ejemplo tener menos cortos, pero que sean cortos de calidad".
Por ahora tienen diez piezas de pequeña duración en nómina, cuatro de género documental y seis de ficción. Y entre los proyectos inminentes destacan la producción de la nueva película de Kepa Sojo, director de El síndrome de Svensson; la del nuevo cortometraje de Diego Pérez, titulado Ventura; la del programa para televisión Pakesteis, junto con Jimmy Jazz TV y Losdelgás; o la de la publicidad para la empresa Callaghan.
Menos es más. Y también mejor. Banatu Filmak apuesta por un trato directo, cara a cara, alejado -aunque se sirve de él- del ya estandarizado cruce de mensajes informáticos. "El punto diferente que le damos es el tema personalizado. Intentamos cuidar mucho, por ejemplo, ir en persona a todos los festivales, a los mercados internacionales; aunque supone una inversión hay que estar con la gente".
Es por ello que han podido asistir a los diversos galardones que han cosechado piezas distribuidas por ellos en Aguilar de Campoo, Benavente, Ronda o el Begibistan de Amurrio. Ahora, con las dos nominaciones a los Goya sienten "premiado el trabajo que hemos estado haciendo durante este año". Por un lado, con Adios papá, Adios mamá, de Luis Soravilla, una comedia de regusto berlanguiano protagonizada por Enrique Villén, Gracia Olayo y Miguel Angel Muñoz. Por otro, Un Dios que ya no ampara, del realizador Gaizka Urresti, un emotivo documental sobre un hombre con un hijo discapacitado que se desplaza caminando desde su casa de Zaragoza hasta el monte Moncayo para cumplir una promesa.
En Banatu Filmak siguen fieles a su punto de partida. "Todos los cortos que tenemos nos gustan, si no no los haríamos". Y Goya podría dar en breve otro trazo perfecto. Aparte del tratamiento secuencial, del carácter cinematográfico del trabajo del pintor, el galardón del cine adoptó su nombre por un detalle mucho más práctico. Goya, aparte de ser un pintor mundialmente conocido y representativo de la cultura española, resultaba un nombre corto y semejante a los de los Oscar o César. Banatu Filmak también acumula una corta trayectoria. Y hecha en corto. El 13 de febrero puede llegar un nuevo cambio.