SON muchos los detalles que todavía quedan por desvelar antes de que el príncipe Guillermo de Inglaterra se case con Kate Middleton, como quién está en la lista de invitados o cómo será el vestido de boda. Pero lo que sí es seguro, aun cuando la Casa Real no lo anuncie oficialmente, es que el evento pondrá en movimiento a miles de personas. Mientras algunos huirán de la masificación, otros no quieren perderse nada del enlace en la capital británica.
"Esperamos que ese día acudan 600.000 visitantes más a Londres que en una jornada normal", dijo Jacqueline French, de la oficina de turismo londinense Visit London. A la ciudad del Támesis acuden a diario medio millón de visitantes. Los cálculos se han hecho en base a las estadísticas de anteriores grandes eventos como la boda de Carlos y Lady Diana en 1981. Desde la primera boda del padre del príncipe Guillermo, hace 30 años, algunas cosas han cambiado. En la era de los vuelos baratos y del Eurotúnel es muy fácil viajar a la isla. Igual que en 2002, cuando un millón de personas quisieron seguir en directo en Londres el 50 aniversario de la llegada al trono de la reina de Inglaterra, Isabel II; la joven pareja podría atraer incluso a más curiosos. Todo ello supondrá un dispendio mínimo de 30 millones de libras, que saldrán de las arcas de la oficina de Turismo y otras empresas. Según French, la mayoría de los visitantes acudirán de China, Estados Unidos, Alemania, Italia y los países de la Commonwealth, como Nueva Zelanda y Australia. La compañía Virgin Atlantic considera que ese fin de semana llegarán sobre todo numerosos visitantes de EE.UU. "Las reservas desde Los Ángeles han aumentado hasta un 40% y las de Nueva York un 13%", dijo un portavoz de la empresa. No obstante, esto podría tener diferentes razones, como por ejemplo las vacaciones de Pascua o el interés creciente año tras año por unas vacaciones en las islas.
desbandada Mientras turistas de todo el mundo se arremolinarán en la avenida entre el Palacio de Buckingham y la capilla de Westminster para poder saludar a los recién casados, los británicos podrían incluso quedarse en minoría. Muchos conciudadanos prevén pasar el fin de semana en el extranjero y las agencias de viajes ya han registrado un aumento masivo de las consultas para fines de abril. Por ahora no es posible asegurar si se marchan por el revuelo que se avecina, pero sí que más de un británico se cogerá el día libre coincidiendo con la boda. Con motivo del enlace se ha dado incluso un día extra de vacaciones a nivel nacional. Como Kate y Guillermo se casan el viernes después de Pascua, los isleños podrán contar con unas vacaciones de once días y sólo tendrán que pedir tres días en el trabajo.
Bob Atkinson, experto en viajes de travelsupermarket.com, considera que muchos londinenses y demás compatriotas aprovecharán esta oportunidad única para salir más días. "La boda se retransmitirá en todo el mundo, de forma que se puede escapar al sol sin perderse nada". Atkinson estima que más de dos millones de británicos viajarán al extranjero. Y en la dirección contraria también. "Cada vez que se desvela un nuevo detalle sobre el gran día, se nota en nuestra página web un mayor interés en viajes a la capital británica". Kate y Guillermo seguro que no estarán solos cuando paseen en la carroza. Y con ello se cumplirá el primer deseo de la pareja real: cuando anunciaron su matrimonio, los prometidos aseguraron que querían que "todo el mundo participase de la fiesta.
Algunos afortunados ya saben que podrán ver todo en primera fila: las primeras invitaciones para la boda ya se han enviado por fax. Son varios avisos a jefes de Estado y personalidades de agendas complicadas, para que puedan reservar el 29 de abril. Según el Daily Telegraph, cada persona que haya sido invitada por carta o fax recibirá una invitación manuscrita con membrete de oro. En total se enviarán 1.800 de estas nobles misivas.