Los motines siempre han sido exitosos en el cine: ya sean en altamaro en las peores celdas. En este caso, la número 211 se llevó el gato alagua y ocho Goyas a casa. La película dirigida por Daniel Monzón fue laverdadera reina de la noche. La otra gran favorita, Ágora deAlejandro Amenábar, comenzó la noche de manera magistral con un Goyadetrás del otro, pero se limitó a los premios menores. Las estatuillasque te llevan al titular de los periódicos -Mejor película, Mejordirector, Mejor actor/actriz principal- recayeron, principalmente, enla película carcelaria. Una gran sorpresa fue escuchar el nombre deLola Dueñas como ganadora de Mejor actriz principal, arrevatándoselo aPenélope Cruz, Rachel Weisz y Maribel Verdú, nada más y nada menos.
LaXXIV edición de los premios del cine español, que se celebró en elPalacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid,contó con elegancia y glamour por parte de los protagonistas. Una delas presencias menos esperadas y más sonadas fue la de PedroAlomodóvar. El director de cine manchego, divorciado de la Academiadesde hace unos años, volvió al lado de sus compañeros gracias "alpesadísimo presidente que tenéis", como reconoció en su discurso. Fueél el encargado de entregar el último galardón, Mejor película, a laestrella de la noche. Además de los ya mencionados, otro gran triunfode Celda 211 fue hacerse con el Goya a mejor guión adaptado.
Eltrabajo de Amenábar, se alzó con los premios a Mejor guión original yla mayor parte de los premios técnicos. Esta película, rodada eninglés, fue ejemplo de cooperación entre países, ya que contaba con unelenco especialmente internacional entre los protagonistas. Sinembargo, volvió a ser Celda 211 la que tuvo especialrelevancia en lo que a idiomas se refiere, ya que Luis Tosar, mejoractor principal, dedicó el premio a su gente en su idioma natal: elgalego.
Alex de la Iglesia, en suprimera gala como presidente de la Academia, leyó un discurso rompedor:"No hacemos nada importante, lo importante es salvar vidas en loshospitales. Nos pagan por hacer nuestro trabajo y hay que hacerlobien". Un discurso que intentó animar al gremio cineasta, sin olvidarponer los pies en el suelo.
Mercero, Goya de honorEl cineasta lasarterra Antonio Mercero recibió ayer el Goya de Honor enreconocimiento a toda una vida dedicada al séptimo arte y también a latelevisión. Los hijos de Mercero dieron las gracias en nombre de supadre, por el premio que la Academia le concedió por "una inmejorablecarrera cinematográfica repleta de éxitos y de experimentos". Hace dosaños estrenó su último trabajo, ¿Y tú quién eres? y, como side una paradoja se tratara, fue sugerida por un amigo suyo que sufrealzheimer, enfermedad que el cineasta sufre ahora en sus carnes. Suhuella en el mundo del celuloide será difícil de olvidar.