MADRID. 'Soldier of Love' es el sexto álbum de estudio que Sade publica en sus 25 años de carrera y rompe un silencio que dura casi diez años, desde la aparición de Lover's Rock en el 2000. Para Sade, es un asunto de integridad y autenticidad: "Sólo grabo cuando tengo algo que decir. No me interesa publicar algo sólo para vender. Sade no es una marca", declara la artista.

El punto de partida para este nuevo álbum comenzó en 2008, cuando la banda se reunió en Real World, el estudio de grabación de Peter Gabriel, cerca de la casa de Sade en la campiña del sudoeste de Inglaterra. Era la primera vez que los cuatro principales músicos de la banda se reunían después de la gira Lover's Rock en 2001. El bajista Paul Denman llegó de Los Angeles (Estados Unidos), donde se había ocupado de Orange, el grupo punk de su hijo adolescente. El guitarrista y saxofonista Stuart Matthewman interrumpió su trabajo en Nueva York como compositor de la banda sonora de una película y el teclista Andrew Hale dejó su consultoría de A&R (artistas y repertorio).

Durante los ensayos en Real World, Sade completó las canciones para el nuevo álbum y todos sintieron que era el más ambicioso de su carrera, especialmente la canción que le da título: Soldier of Love. "El principio, la gran pregunta era si realmente queríamos seguir trabajando juntos en esto, si continuábamos siendo amigos", dice Andrew Hale. La respuesta, en forma de afirmación apasionada, no tardó mucho en llegar.

El álbum se terminó en el verano de 2009, casi todo grabado en Real World y con la banda asumiendo una identidad más ecléctica. En las canciones de Soldier of Love, Sade suena como aquella banda que comenzó hace un cuarto de siglo, con Mattewman haciendo volar su saxo suave en In Another Time o en el himno Long Hard Road.

"NO QUIERO REPETIRME"

Pero en canciones como el alegre reggae Babyfather o el dramático arreglo de The Moon and the Sky que abre el disco, la banda explora nuevos territorios. "No quiero repetirme", dice Sade. "Quiero que nuestra música se convierta en un desafío interesante para todos nosotros, en un largo camino para recorrer juntos".

Sade comenzó a cantar regularmente con Pride, una banda de funk latino del norte de Londres. Con Pride, Sade aprendió lo que era el escenario y la carretera. Desde 1981 y durante tres años, realizó giras por Reino Unido con los siete músicos de la banda, incluso conduciendo la furgoneta. Los conciertos de Pride tenían una parte en la que Sade cantaba en cuarteto canciones más suaves, tranquilas, acercándose al jazz.

Una de estas canciones era Smooth Operator, co-escrita por Sade, que llamó la atención del cazatalentos de una compañía discográfica y quiso contratarla como solista, sin contar con el resto de la banda. Dieciocho meses después, se comprometió con Epic Records con la condición de mantener a tres músicos de la banda dentro de un nuevo proyecto conocido como Sade: el saxofonista Stuart Matthewman, el teclista Andrew Hale y el bajista Paul Denman. Hoy, 25 años después, continúan juntos.