Vitoria. Libros, reproducciones a escala, cómic, lapiceros y hasta incluso alguna que otra corbata. La Catedral Santa María abrió ayer las puertas de su nueva tienda comercial, un local que, como ya anunció DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se ubica en el número 11 de la calle Las Escuelas. Y es que con el paso de los años, el templo ha ido generando un gran número de souvenirs a los que ahora va a dar salida desde un único espacio y a precios para todos los bolsillos.

Además, el local ofrece también diferentes productos de comercio justo, cuyos beneficios se destinarán a las ONG Intermon Oxfam y Medicos Mundi, gracias al acuerdo al que ha llegado Santa María con estas dos entidades, según anunció ayer la diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle.

Ella, junto al director de la Fundación de la Catedral Juan Ignacio Lasagabaster, presidió una apertura oficial sencilla, tal y como es esta nueva tienda, que cuenta con 52 metros cuadrados para la atención al público y un almacén anexo de 99 metros cuadrados.

El proyecto de rehabilitación de este lugar, que ha sido cedido de forma provisional por la Agencia de Revitalización Integral de la Ciudad Histórica de Gasteiz, ha corrido a cargo de los arquitectos Oskar Bell y Lide Gabarain, quienes han basado su trabajo en la reutilización de materiales del templo. Un reciclaje constructivo en el que se han aprovechado maderas y otros elementos (incluso parte de un andamio), aunque destaca un cubo con el símbolo de Santa María que fue utilizado por primera vez hace 14 años en una exposición sobre la Catedral y que ahora acoge una maqueta sobre el inicio de su construcción.

Hasta el momento, la mayor parte de estos recuerdos se podían adquirir en el Centro de Recepción de Visitantes, pero se ha quedado pequeño. Eso sí, allí se seguirán vendiendo las entradas para acceder al interior del templo y se recibirá a los que quieren conocer las obras de restauración.

La tienda, de hecho, se ha pensado como el último paso de los visitantes cuando salen de la Catedral desde el pórtico. "Es una nueva ventana para nosotros", apuntó Lasagabaster, esperanzando en que la época navideña sea una excusa tan buena como otra cualquiera para vitorianos y turistas al objeto de cruzar la puerta del local. Y es que no sólo de cal inyectada y piedra vive la Catedral.