Son ya unos cuantos años entre bastidores para Iker Ortiz de Zarate. Un bagaje que le ha conferido una vasta experiencia merced a trabajos con Michael Winterbottom, Adolfo Marsillach, Pier Luigi Pizzi, Francisco Nieva, o Carlos Saura tanto en cine como en teatro o televisión. Su interés por la docencia y su amor por Gasteiz le hizo regresar para emprender este proyecto radicado, ahora, en pleno corazón de la Almendra.

Usted tiene una trayectoria interpretativa amplia. ¿Qué le indujo a volver a Gasteiz para montar el Laboratorio de Arte Dramático Ortzai?

Consideraba que para la edad que tenía la vida me había cundido mucho. He vivido, por motivos de mi profesión, en lugares como Londres, Paris y New York. Y he compartido momentos con multitud de gente, por lo general, fantástica. Por otro lado Ortzai es un intento de transmitir todo lo que he aprendido de profesores magníficos.

Parece que esa transmisión ha sido exitosa, ya que, si no me equivoco, de Ortzai han salido, en estos escasos cinco años, una buena camada de actores.

Así es. Yago Mateo, de Goazen, salió de aquí; Susana Abaitua que consiguió el premio a la Mejor Interpretación Femenina en el Festival de Toulousse por La buena nueva, Itziar Atienza, de Vaya Semanita; Patricia López, Maite eta Asun, e integrante de Kunka; Amaia Cid...

Y por lo que he visto no hay máximos ni mínimos en cuanto a la edad.

Por supuesto. Aquí tenemos gente de todas las edades.

Y procedencias.

Hemos tenido gente que venía del Alto Deba a recibir clases, pero este año no hay ninguno.

Hábleme de algún proyecto futuro.

Estamos en conversaciones muy avanzadas para llevar a cabo un curso-taller de teatro sacro que se representará en el casco viejo conmemorando las efemérides religiosas. Se podrán ver en breve.