sevilla. El ex ministro de Cultura César Antonio Molina, que vuelve al mundo de la literatura con la publicación de Lugares donde se calma el dolor, tras abandonar la cartera del ramo el pasado mes de abril, señaló ayer creer que "las malas relaciones entre poder y cultura, concretamente del poder con la cultura, viene porque éste nunca la ha entendido y la ha visto como un objeto decorativo, algo que es terrible". En este sentido, aseguró que "desgraciadamente el Ministerio de Cultura es inestable en España y en todos los países, es comodín", y precisó que "en España no debería ser así, pues es de las primeras potencias culturales del mundo, algo que no se puede decir en otras cosas". "El Ministerio de Cultura debería ser esencial y con un peso político total", declaró. Asimismo, consideró que la cultura es "la imagen de España al mundo, ya que se la debe a Cervantes, Velázquez, Goya, Picasso, Dalí o Buñuel" y manifestó que "somos algo, que es mucho, en el mundo por nuestra cultura".
Relevado en el Ministerio de Cultura el pasado mes de abril por Ángeles González-Sinde, señaló que "en absoluto" está dolido por su salida, pues lo más fácil es entrar en política y mantenerse y "lo más difícil es salir bien, como él"; haciendo un símil taurino, dijo que salió "a hombros de la opinión pública".
Su nuevo libro Lugares donde se calma el dolor refleja "el dolor de la existencia, del propio vivir y cómo la cultura es el mayor antídoto de los dolores de la existencia". En este sentido, confesó que "la política no le causa ningún dolor y menos a quien ha cumplido con su deber".
De igual modo, explicó que, como todo, la función pública es temporal, los ministros, los presidentes y todos los cargos pasan gracias a la democracia. "Ya no hay jefes de Estado de 40 años, quien no lo entienda es que no entiende la democracia", afirmó.
amor a la cultura Molina indicó que tras este libro se encuentra todo un bagaje de años, viajes, literatura y amor a la cultura, "el mismo que llevó al Ministerio, pues ser ministro de Cultura no tiene la gracia de Dios como ser Papa, o se es culto o no". En su caso, dijo que llegó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tras escribir casi 40 libros, llevando todo su saber allí, algo que consideró que "sirvió de bastante". Describió que se ha encontrado bien en todos los trabajos que ha tenido y siempre con la misma devoción, poniendo siempre lo mejor de sí mismo allí donde ha estado. Molina señaló que prefiere que se le recuerde como escritor, pues no hay nada más importante que sus libros, considerando su paso por la política como "un aditamento" más de su labor de escritor.
Lugares donde se calma el dolor cierra sus Memorias de ficción, tras Vivir sin ser visto, Regresar a donde no estuvimos y Esperando a los años que no vuelven. Molina apuntó que esta obra "es la demostración de que vale la pena vivir" y que a través de la literatura y de la cultura en general se ha conservar el mundo, para poder ser transmitidos a las nuevas generaciones.
El escritor gallego repasa lugares míticos del planeta a través de la brújula de la literatura y el arte. "Espacios y ciudades abiertas donde al menos durante un tiempo en medio de la vida uno se siente libre de los males y de la pesadumbre del destino". Nápoles, San Petersburgo, Pekín, la India o China son algunos de los lugares que el lector conocerá de la mano del ex ministro. Este afirmó que la obra se sustente sobre "los pilares del saber y el azar".