Kiko Rivera e Irene Rosales han sacudido el mundo del corazón con una noticia inesperada: ponen punto y final a su amor. Después de once años de relación y nueve de matrimonio, la ya expareja, que tiene dos hijas en común (Ana y Carlota, de diez y siete años, respectivamente). La separación se ha llevado a cabo de mutuo acuerdo y sin terceras personas implicadas.

Así lo ha hecho saber la revista ‘Semana’ que detalla que ambos protagonistas han reflexionado sobre el estado de su relación, decidieron terminar con la misma. Por lo tanto, no se trata de una decisión precipitada, ya que llevaban tiempo valorando esa posibilidad. 

Kiko Rivera e Irene Rosales posan en una imagen de sus redes sociales Instagram: @riverakiko

Mensaje importante

Mediante su perfil de Instagram, Kiko Rivera ha hecho saber la ruptura a su comunidad de seguidores en redes sociales: “Quiero dejar claro algo desde el principio: no voy a sacar partido económico de esta situación, ni voy a acudir a televisión para hablar de mi vida privada”, ha empezado diciendo.

“Me ha costado mucho llegar a esta paz mental, y por eso hoy escribiré estas palabras… y después comenzaré a adaptarme a mi nueva vida. Después de 11 años de relación y dos hijas en común, mi mujer y yo hemos decidido separar nuestros caminos”, continúa el DJ. 

No es fácil. Nunca lo es. Tomar la decisión correcta a veces es lo más difícil, pero también lo más necesario. Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas. Ellas son la mayor prueba del amor que hubo, y seguirán siendo el motor que nos una de por vida. Seremos padres siempre, y ese lazo no se rompe con una separación”, argumenta.

También detalla cómo encara esta nueva etapa: ”Hablo desde la madurez de aceptar que a veces soltar es la mejor manera de cuidar lo que realmente importa. Lo vivido queda en el corazón, y lo que viene, aunque diferente, puede ser más sano, más real y más honesto.Hoy cierro un capítulo con gratitud, pero abro otro con esperanza. La vida continúa, y estoy convencido de que lo mejor aún está por llegar. Porque a veces lo que más duele es lo que finalmente nos hace más fuertes.”

“Hoy no empieza un final, empieza una transformación. La vida me ha enseñado que incluso en medio del dolor hay lugar para la gratitud, y que de cada cambio nace una oportunidad. El futuro es incierto, sí, pero también está lleno de posibilidades, y voy a recibirlo con la fuerza de alguien que sabe que lo más valioso ya lo tiene: mis hijos y la paz de haber hecho lo correcto”, termina diciendo. 

Un vínculo que les une

Tanto Kiko Rivera como Irene Rosales han afirmado que seguirán unidos, ya que, como bien han afirmado, sus hijas son “el motor de sus vidas” y trabajarán para que la ruptura no haya afectado a su estabilidad, pensando siempre en el bienestar de las pequeñas.

Y es que, a pesar de la separación, en los últimos meses, la pareja ha compartido momentos familiares en las redes sociales. Uno de ellos es Menorca, en donde sus dos hijas disfrutan de las vacaciones entre risas y juegos.

Asimismo, la última vez que fueron vistos juntos en público fue en un evento familiar en Sevilla. Precisamente durante la comunión de su hija mayor, Ana, en esta primavera. Desde ese momento, cada vez se les habría visto menos tiempo juntos.

Su historia de amor

Kiko Rivera e Irene Rosales comenzaron su amor en el año 2014. Fue un amigo en común quien los presentó y, con el paso del tiempo, la amistad se convirtió en amor. Pronto se hicieron inseparables, compartiendo muchos momentos y expuestos a los focos mediáticos.

Se casaron en octubre de 2016, en una boda celebrada en Sevilla a la que asistieron familiares y amigos. Durante su relación, han tenido dos hijas en común: Ana, de diez años, y Carlota, de 7.