La tonadillera Isabel Pantoja ha negado este martes haber cometido el delito de insolvencia punible del que se le acusa y ha asegurado durante su declaración ante el juez que, cuando se enteró de que había una deuda relacionada con su casa de Marbella con la constructora Codabe, ella estaba en prisión y "no tenía la cabeza para nada".
Pantoja se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión por un delito de insolvencia punible, y las acusaciones mantienen que la empresa de la que era administradora única Pantoja (Panriver) y otra empresa (Codabe) actuaron en perjuicio de los derechos de créditos de una tercera sociedad y para ello "se concertaron para beneficiarse mutuamente".
En su declaración ha explicado que le dio un poder a su hermano (Agustín Pantoja) y ha destacado que todo lo que ha hecho él por ella está bien: "Moriría por mí, es la única persona que tengo a mi lado", ha señalado la artista, que, cuando ha empezado el juicio, ha roto a llorar, por lo que el juez le ha pedido que se calmara, que estuviera tranquila y le ha dado unos minutos antes de empezar la vista oral.
El juez le ha pedido en varias ocasiones que no era necesario que entrara en temas personales, cuando ella ha relatado que en las visitas que tenía en prisión no se hablaba de temas económicos, "solo nos abrazábamos y nos preguntábamos si estábamos bien".
El juicio ha quedado visto para sentencia, y el fiscal en sus conclusiones ha mantenido la acusación contra la artista al considerarla "cooperadora necesaria" de un delito de insolvecia punible y también acusa a un empresario del mismo delito pero en concepto de autor. El fiscal ha asegurado en sus conclusiones que "poco puede decir de la declaración de los dos acusados", porque ambos dicen "no saber nada, pese a ser administradores únicos de sus empresas"."Tenía que tener conocimiento"
"Pantoja dice no saber nada, pese a la obligación que tiene. Le da un poder a su hermano y también no sabe por qué. Y es curioso", ha señalado el fiscal, al tiempo que ha subrayado que "el sujeto activo también es quien colabora, y Pantoja ha tenido un papel de colaboradora necesaria en una insolvencia punible de un tercero". "Tenía que tener conocimiento", ha insistido el fiscal, que ha reiterado su petición de tres años de prisión para Pantoja al considerar que ha quedado "desacreditada" la declaración de la misma. La tonadillera ha asegurado que desconocía los procedimientos y deudas que existía en su empresa así como los embargos sobre sus fincas, "de eso se encargaban mis asesores", y ha insistido en que estaba en prisión cuando se enteró del embargo.
Ha reiterado que le dio el poder a su hermano para que vendiera la casa o para que el banco se la quedara para pagar lo que fuera, ya que se iba a hacer ejecución del préstamo hipotecario. "Mi problema no era la casa, mi problema grande era primero donde yo estaba. Yo no quería esa casa, era realmente del banco; yo estaba pagando una hipoteca, pero el problema era que avalé esa casa con todos mis bienes. He trabajado toda mi vida", ha lamentado la artista.
Pantoja ha llegado poco antes de las 10:00 horas a la sede judicial, donde ha sido recibida por numerosos periodistas que aguardaban su llegada, además de por un grupo de seguidores que la han recibido con gritos de guapa. Rodeada por media docena de guardias civiles y con su hermano del brazo, la artista ha avanzado a paso lento hasta la sede judicial. Isabel Pantoja abandonó la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en marzo de 2016, donde ingresó el 21 de noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años por blanqueo de capitales.