Tiene las puertas abiertas para dedicarse al drama o la comedia, pero ella ha optado por el cine ‘X’. Mikaela Spielberg, de 23 años, acaba de comunicar a papá Steven que pasa del séptimo arte convencional. ¡Ni ‘Goonies’, ni ‘Tiburones’, ni ‘Parques Jurásicos’! Como “criatura sexual que desea capitalizar su cuerpo”, según afirma ella misma, se dedicará de lleno este 2020 a la industria para adultos. Una decisión que ha generado ‘Tremending Topic’ en EEUU y, sobre todo, en una de las familias más poderosas de Hollywood.
Es, sin duda, el cotilleo del momento en ese Hollywood moderno que se considera muy liberal, pero que luego no lo practica tanto. El mismo que, durante años, ha obligado a actores y actrices a mantener semioculta su verdadera identidad sexual con el único objetivo de generar taquillazos. Y claro, que la hija de uno de los directores, productores y gurús del cine más importante de los últimos cincuenta años quiera dedicarse al porno, en lugar de al drama o la comida, pues le ha pillado por sorpresa. La conservadora prensa estadounidense aún digiere las declaraciones que la pasada semana soltaba en una improvisada entrevista al diario The US Sun la sexta hija de Steven Spielberg. Mikaela, de 23 años, señalaba sin cortarse un pelo que su intención este 2020 es dedicarse “al cine para adultos”.
“Estoy muy cansada de no capitalizar mi cuerpo y, francamente, es agotador escuchar constantemente que debo odiarlo”, explicaba la joven a dicho periódico, tras anunciar por cierto que Sugar Star (algo así como Estrella Dulce) se convertirá a partir de ahora en su nombre artístico. Es más, la hija del famosísimo matrimonio Spielberg-Capshaw, pura nobleza en el corazón de la meca del cine, se considera a sí misma una “criatura sexual”: “Me harté de trabajar día tras día de un modo que no satisfacía mi alma. Me apetecía hacer este tipo de trabajo. Mi nuevo empleo me va a permitir satisfacer a los demás”. Sincera, natural y directa. Razón no le falta.
Eso sí, aseguran las malas lenguas que sus padres se han quedado totalmente en shock al recibir por videoconferencia tan inesperada noticia. Ellos residen en Los Ángeles y Mikaela en Tennessee desde hace diez años. El típico amigo chivato de la familia ya ha soltado a los medios que aunque el cineasta y su esposa tratan de apoyarla se sienten, en realidad, “muy decepcionados”. “Exteriormente, Steven y Kate, que son los padres más modernos del mundo y aman a sus hijos más allá de toda medida, siempre han apoyado a Mikaela y tratan de entenderla. No obstante, están avergonzados por su repentina admisión pública de entrar en el mundo del cine X”, declaraba la pasada semana a la conocida web Page Six.
De momento, Sugar Star ha prometido a sus aitas que solo subirá a Internet “material en solitario de fetichismo”. En pantalla no quiere relaciones sexuales con terceros por una cuestión de deferencia a su prometido, Chuck Pankow, de 47 años, del que está “totalmente enamorada”.