Estas fiestas navideñas nos han dejado destrozados. ¡Qué lío, qué caos! A todos menos a Jennifer Aniston y Brad Pitt, que al parecer lo han dado todo con el Have Yourself A Merry Little Christmas del ñoño de Michael Bublé. Juntos y revueltos, como antaño.
Quienes fueran durante años la pareja predilecta del Hollywood más remilgado y demócrata ahora vuelven a ser amigos. ¡Y de los buenos! De esos que te cuentan sus ligues en Tinder o te piden 3.500 euros para reformar la cocina. Porque atrás quedaron ya tres tristes lustros de enfados, recelos y duros reproches. Pitt se unió a Angelina Jolie, Aniston al rancio de Justin Theroux, pero ambos (ya divorciados) se han vuelto a encontrar en el camino, con tímidos acercamientos a finales del 2019 que activaron todas las alarmas del amor. Incluida la de Gwyneth Paltrow, tan dada a los nombres impronunciables como al ejercicio celestino.
El caso es que según recogen las revistas estadounidenses, la inolvidable estrella de Friends, en un remake vital constante de dicha ficción, valora la amistad por encima de todo. Y por ello, quiso ejercer estas pasadas fiestas navideñas de Santa Claus (fitness) e invitar a sus célebres guateques caseros a sus dos exmaridos, con los que cultiva muy buena sintonía. Al llamado Friendsgiving (sarao que fusiona los conceptos friends, amigos, y Thanks Giving, Acción de Gracias) acudió el soso de Theroux, que seguro narró dos chistes malos vestido de cuñado casposo. Por su parte, la velada con la que Aniston inicia cada diciembre la temporada navideña contó con la sonada presencia de Brad Pitt.
Se trata de la legendaria fiesta anual que Jen, como la tienen sus íntimos en WhatsApp, organiza para adornar el árbol de Navidad. Es, sin duda, su favorita. Y de ahí el salseo por la estelar presencia de quien entre 2000 y 2005 fue su marido, un jugoso reencuentro que presenciaron en directo la ya citada Paltrow, que acostumbra a estar en medio, Kate Hudson, o el presentador Jimmy Kimmel. Brad saludó con afecto a todas y todos ellos, y también a los paparazzis que se encontraban en el exterior de la mansión. A ellos les exclamó un melódico Oh! my god tras ser preguntado por una posible reconciliación total con Jennifer. El cántico, eso sí, sonó más al ¡Chas! y aparezco a tu lado de Alex y Cristina, que al Dos hombres y un destino de Alex Casademunt y David Bustamante.